Buenos días
Estas primeras semanas hemos comentado diferentes aspectos
relacionados con la Lucha Contra el Fraude (LCF) en el ramo de hogar. Desde
mi punto de vista queda patente una carencia desde las propias Aseguradoras a la
hora de enfocar diferentes aspectos básicos que dificultan de forma ostensible
la detección e investigación de los posibles fraudes existentes. Habría que
cambiar distintos conceptos a la hora de abordar los siniestros desde las
Aseguradoras para que se detectara un mayor porcentaje de fraude. Resulta muy
evidente que hay una bolsa de fraude que no es abordada desde las Aseguradoras y
que queda a criterio de estas tratar dicha situación. En parte el fraude es un
problema que afecta a cada Aseguradora y en parte también es un problema que
afecta y preocupa a consumidores y a profesionales vinculados a Aseguradoras.
Hoy vamos a volver a comentar un fraude encasillado en el más
común de los pecados entre los fraudulentos, el de las denuncias por falsos
robos. A parte del conocidísimo tocomocho del esguince cervical, el de las
denuncias por falsos robos es uno de los fraudes más habituales en estos tiempos
de crisis. El de hoy es un caso rocambolesco, de esos que pueden resultar en
ocasiones hasta graciosos, pero sirve como ejemplo exagerado para concienciarnos
que no todos los fraudes se pueden detectar desde la gestión pericial, también
en determinados departamentos de las Aseguradoras, sin necesidad que sean
departamentos especializados en LCF, como pueden ser departamentos de aperturas
de partes o de tramitación, pueden detectar irregularidades y alertar sobre la
posibilidad de encontrarnos ante un posible
fraude.
Un saludo.
Josu
Martínez.
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Se hace atar a un árbol para fingir un robo y cobrar el
seguro
Día 18/01/2014 -
17.07h
Un hombre de 42 años convenció a un
amigo para que lo atase a un tronco y se llevase su furgoneta para
recibir 360.000 euros
Los Mossos d'Esquadra han detenido a un español de 42
años y vecino de Mollet del Vallès como presunto autor de un delito de estafa en grado de tentativa y por
simulación de un delito, por hacerse atar a un árbol en Martorell y
fingir el robo de la mercancía de su furgoneta –azafrán natural– para cobrar el
seguro.
Según ha informado este sábado la policía catalana en un
comunicado, el hombre explicó al trabajador de la gasolinera que lo liberó que
había sufrido un robo con intimidación de la furgoneta que había
alquilado y con la que, presuntamente, transportaba azafrán natural, que alcanza
los 3.000 euros por kilo.
Tras las indagaciones policiales, admitió que ante su
grave situación económica convenció a un amigo para que lo atase a un árbol
con cinta americana y se llevase la furgoneta, con el fin de denunciar el
hecho y cobrar un seguro de 360.000 euros de un solo día para
cubrir la mercancía que simuló que llevaba a Madrid.
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