Buenos días, entre los fraudes que más impresionan se
encuentran las autolesiones para cobrar del seguro. Sin entrar a fondo para
valorar este tipo de fraudes, me limitaré a utilizar este tipo de casos como
ejemplo de la seguridad que tienen los defraudadores que la estafa al seguro
les va a salir bien. La realidad es que en muchos casos no solo no sirve para
obtener su objetivo, sino que además son condenados en los tribunales, como en
el segundo caso hoy publicado, en el que el autor es condenado a 3 años y medio
de cárcel.
Un saludo
Josu Martínez.
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Amputados para cobrar el seguro
Un incongruente atraco tras contratar cinco pólizas, entre
los 16.000 engaños detectados por aseguradoras en la Comunitat. La región
valenciana es la cuarta de España con mayor invención de robos o accidentes
para recibir coberturas de las compañías
Fuente : JUAN ANTONIO MARRAHÍ
Un sangriento incidente con lesiones en Venezuela
El protagonista es un hijo de españoles nacido en Venezuela,
donde se crió y formó una familia. En 2005, decidió venir a España para iniciar
una nueva vida en Castellón. Empezó a trabajar como fontanero e instalador de
aparatos de aire acondicionado hasta que, en 2009, perdió su empleo.
En este contexto decidió hacer una visita a su país de
origen con su mujer. Previamente contrató cinco seguros de vida y accidentes
con capitales asegurados muy elevados. Su mujer sólo suscribió un seguro de
accidentes con una suma asegurada de 30.000 euros para ese mismo
desplazamiento.
En febrero de 2009, el matrimonio aterrizó en Venezuela.
Tras varias semanas en el país, el asegurado dijo ser atracado mientras
conducía un coche. Dos individuos trataron de robarle 7.000 bolívares a punta
de pistola. Según su versión, en el forcejeo con los asaltantes, el arma que
llevaba se disparó y le causó la amputación de varios dedos y parte de las
palmas de las manos. Las lesiones constituyeron una incapacidad permanente
total.
Tras la reclamación, las aseguradoras implicadas, Axa y
Generali, empezaron indagar. Descubrieron que no había documentación
acreditativa de lo sucedido, a pesar de la gravedad. Un perito médico determinó
que las lesiones eran incompatibles con los hechos narrados. Si, como dijo,
tenía sujeta el arma con las dos manos en ese supuesto forcejeo la bala no
podía haber impactado en ninguna de ellas. De hecho, considera la patronal del
seguro, «parece un milagro que no resultara herido en otras partes del cuerpo».
Uno de cada seis intentos de engaño al seguro es por daños
exagerados o anteriores en vehículos
El lugar también despertó sospechas. Varios detalles no
casaban. Para colmo, el asegurado declaró haber conducido 16 kilómetros con las
manos heridas hasta un hospital. Esto llamó la atención de los investigadores,
«no sólo por la proeza física que entraña, sino porque había dos centros
médicos a cuatro kilómetros de donde fue atacado».
Las aseguradoras decidieron no abonar la indemnización y el
cliente las demandó en los tribunales. Los procesos judiciales duraron siete
años. Finalmente, la Audiencia de Castellón reconoció anomalías en el caso. En
opinión del juez, describen las aseguradoras, «no quedó acreditado cómo se
produjo el atraco ni que este fuera ajeno a la intencionalidad del asegurado».
AXA y Generali eludieron así el pago de casi un millón de euros. Además, la
investigación ha ganado el primer premio en seguros personales.
Sin mano, sin cobertura y condenado a prisión
El Tribunal Supremo resolvió, hace dos años, uno de los
casos más sorprendentes. Un agricultor fue condenado a tres años y medio de
cárcel por estafa y a devolver 335.000 euros que cobró del seguro por un
accidente que no fue tal. Según la sentencia, en 2007 se amputó la mano derecha
con un instrumento cortante para cobrar coberturas pactadas previamente en sus
pólizas.
Tras hacerse un torniquete para controlar la hemorragia,
condujo su coche hacia el Camino Viejo de Nules a Moncofa y lo dejó caer por un
terraplén. Después situó la mano cortada a los pies del asiento del conductor y
quemó el automóvil con gasolina. Acto seguido, telefoneó al 112 y se tumbó
hasta la llegada de un policía que lo encontró fumándose un cigarro.