Buenos días, para el último viernes del año he seleccionado
una noticia relacionada con el fraude profesional, como sabes es el fraude
premeditado y preparado, generalmente conocen los mecanismos de funcionamiento
de las aseguradoras y una característica que está aumentando es la de provocar
la intervención de autoridades para que realicen un atestado que aporte
veracidad a los hechos. Los atestados gozan de gran credibilidad a la hora de
tramitar un siniestro y esto los estafadores profesionales lo saben. Resulta
sumamente dificultoso para los agentes que intervienen en el siniestro detectar
que se trata de un siniestro simulado y por tanto elaboran el atestado dando
veracidad a los hechos, lo cual facilita considerablemente la consumación del
fraude por parte del estafador. La recomendación en este caso es que si hay
indicios durante la tramitación o peritación, no se abandone la fase de
verificación aunque exista un atestado que confirme la ocurrencia del siniestro
y continuar verificando el siniestro por los medios habituales en cada caso,
por supuesto contando con la labor del perito de seguros por tratarse de la
figura mejor preparada para opinar sobre la compatibilidad de daños,
morfología, alturas, transferencias de colores, intensidades, etc.
Un saludo y feliz año ¡!
Los que viajéis estos días recordar extremar la prudencia al
volante, prestando especial atención al uso del móvil durante la conducción,
diversos estudios ponen de manifiesto el aumento de la siniestralidad por este
motivo. Mi recomendación es que para evitar tentaciones dejes el teléfono lejos
de tu alcance cuando te pones al volante, mejor en el maletero que en la
guantera.
Josu Martínez.
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El atropello que sufrió en las calles de Molina de Segura
estuvo cerca de pasar desapercibido. Un accidente de tráfico más entre la gran
cantidad de siniestros que se suceden sobre el asfalto. Meses más tarde, sin
embargo, el nombre de la supuesta víctima de ese arrollamiento volvió a
aparecer en otro atestado y el detalle hizo saltar todas las alarmas. Esa
supuesta víctima aseguraba haber sufrido un golpe cuando viajaba a bordo del
automóvil que meses antes le había atropellado. Una casualidad que puso al
grupo de Delitos Económicos de la Policía Nacional tras su pista y acabó
destapando un presunto fraude.