Buenos días, es habitual que en este espacio comentemos la
importancia de realizar una minuciosa labor en la detección de fraude al seguro
por parte del colectivo asegurador, siendo pieza clave para ello la labor del
perito de seguros, así mismo siempre defendemos la conveniencia de denunciar a
los estafadores, algo que no suele ser habitual. En la noticia que hemos
seleccionado esta semana tenemos 3 casos que cumplen con estas circunstancias.
Primero la intervención del perito de seguros detecta los fraudes y un gabinete
especializado confirma la versión inicial del perito de seguros. El Consorcio
de Compensación de Seguros, con la labor de los profesionales de la pericia
consigue las pruebas suficientes para denunciar los casos de estafa en grado de
tentativa, consiguiendo que finalmente los tribunales condenen a las personas
implicadas. Se trata de un ejemplo del resultado brillante de la labor pericial
y la gestión de tramitación, luego la inconformidad del CCS ante los intentos
de estafa hace el resto.
Un saludo.
Josu Martínez.
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La Justicia condena a varias personas por estafa al Consorcio de Seguros
El fondo del sector asegurador mantiene un plan de detección y denuncia de los intentos de fraude
La Justicia ha condenado a varias personas por tres intentos
de cobro fraudulento de indemnizaciones por accidentes del Consorcio de
Compensación de Seguros (CCS). En concreto, tres Audiencias Provinciales han
dictado sentencias penales contra esos individuos con motivo de solicitudes de
indemnización presentadas ante el fondo de garantía del sector asegurador a
raíz de supuestos siniestros de automóvil y por inundaciones.
Cabe recordar que el CCS es una institución pública que se
financia con un recargo en la prima de los seguros, y por lo tanto por las
aseguradoras privadas, y entre cuyas tareas está la de cubrir los daños
personales o materiales por riesgos extraordinarios como catástrofes naturales,
así como asegurar a conductores a los que el sector privado les niega una
póliza por cuestiones como su historial siniestral. El Consorcio, ante los
casos de tentativa de fraude, ha puesto en marcha un plan de medidas para
identificar, detectar y combatir esas tendencias.
Dos de los citados fallos se refieren a accidentes de
tráfico. En uno de ellos, en el contexto de un accidente de tráfico
aparentemente ocasionado por un vehículo asegurado por el Consorcio, el perito
del CCS concluyó que los daños que presentaba el vehículo responsable del
accidente no concordaban con la versión facilitada del accidente. A raíz de
esas inconsistencias detectadas, el Consorcio encargó a un gabinete
especializado un informe de investigación, que confirmó las sospechas de falta
de autenticidad de los testimonios presentados por el conductor asegurado en el
CCS y los supuestos lesionados. La Audiencia Provincial de León ha condenado a
los acusados como autores de dos delitos de estafa procesal, uno de ellos en
grado de tentativa, y cuatro delitos de falso testimonio.
El otro fraude automovilístico detectado se refiere a un
accidente supuestamente producido por un vehículo desconocido, a raíz del cual
se solicitó al Consorcio una indemnización por daños personales en el marco de
sus funciones como fondo de garantía del seguro obligatorio de automóviles.
Ante la falta de testimonios y de evidencias sobre la intervención en el
accidente de un vehículo no identificado, el CCS encargó una investigación y
luego denegó la indemnización y demandó a la lesionada. La Audiencia Provincial
de Zaragoza ha condenado a la acusada como autora de un delito de estafa en
grado de tentativa, al comprobarse que fue el vehículo conducido por la
lesionada el que impactó contra un vehículo que se encontraba estacionado.
Fraude en una inundación
El tercer caso se refiere a supuestos daños producidos por
una inundación en las oficinas y almacenes del asegurado que solicitó una
indemnización al Consorcio. Sin embargo, el perito examinó los daños reclamados
y la documentación de la que disponía el CCS a raíz de una inundación anterior
y concluyó que el asegurado reclamaba daños que parecían haberse producido con
ocasión de esa inundación anterior y que no parecían haber sido reparados. El Consorcio
comprobó que la documentación que supuestamente acreditaba la reparación de
daños anteriores era falsa. La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado al
asegurado por un delito continuado de falsedad de documento mercantil en
concurso medial con un delito de estafa agravada en grado de tentativa.
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