viernes, 3 de enero de 2025

Semana 1

Buenos días, al igual que el último blog del recién finalizado 2024, esta semana comenzamos un nuevo año seleccionando otro artículo que me publicó INESE en el espacio reservado a la Lucha Contra el Fraude en Actualidad Aseguradora.
La elección de esta noticia para iniciar el año no es otra que dar la importancia que merece la Inteligencia Artificial (IA) en las distintas variantes que intervienen en la prevención y en la detección del fraude al seguro.
En este caso abordé los modelos más habituales basados en esta nueva tecnología utilizados en la Lucha Contra el Fraude (LCF), como son los sistemas preventivos basados en análisis predictivos o sistemas de procesamiento de lenguaje natural por ejemplo.
Así como modelos creados para la predicción del daño.
El artículo finaliza recordando la necesidad de incorporar profesionales formados en LCF que analicen correctamente todas las alertas que estos sistemas basados en IA son capaces de aportar, que por cierto cada vez son más.
Pensar que la IA por si sola resolverá problemas no solo es una fantasía, es una pérdida de tiempo y dinero evidente. 

Un saludo

Josu Martínez

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El valor de la IA en la Lucha Contra el Fraude



Josu Martínez Martínez
Perito de Seguros y Vicepresidente de la Asociación de Peritos de Seguros y Comisarios de Averías (APCAS)


En todos los sectores profesionales, la Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en un baluarte para mejorar procesos y reducir costes. El sector asegurador es claro ejemplo de implantación de sistemas basados en Big Data e IA.

La IA se ha introducido en los sistemas de trabajo de todos los Departamentos de las aseguradoras, entre los que se encuentran los de Siniestros y Antifraude. En anteriores publicaciones hemos comentado cómo los fraudulentos utilizan sistemas basados en IA para cometer los fraudes. En esta ocasión explicaremos el caso contrario, es decir, cómo las aseguradoras utilizan la IA y el Big Data para mejorar la detección de intentos de fraude.

Los sistemas Big Data basados en el tratamiento masivo de datos permiten analizar grandes cantidades de datos en poco tiempo, de forma que evita lo que sería la necesidad de utilizar una gran cantidad de recursos humanos para analizar la misma cantidad de datos y que, en el caso del Big Data, puede realizar en escasos minutos e incluso segundos, mientras que los trabajadores necesitarían muchas horas para analizar los mismos datos.

Nos encontramos, por un lado, sistemas preventivos que alertan de anomalías e indicios de irregularidades a la hora de recibir una reclamación y, por otro, sistemas de detección mientras se gestiona el siniestro. Estos sistemas se basan en análisis predictivos, que mediante el uso de algoritmos de aprendizaje automático son capaces de analizar cada vez una mayor cantidad de datos, identificando patrones y anomalías que alertan de posibles fraudes. Estos mismos sistemas también generan modelos de scoring, asignando puntuaciones de riesgo a las reclamaciones y evaluando por tanto la posibilidad de fraude. En base a este scoring, la IA tiene la capacidad de realizar clasificaciones automáticas de las reclamaciones, pudiendo por tanto priorizar los casos con alerta de fraude, permitiendo a los profesionales atender estos casos con mayor celeridad.

El sistema aprende de modelos entrenados con datos obtenidos de casos reales de fraude y de no fraude. Una cualidad de estos sistemas es la posibilidad de interactuar con otros sistemas. Así, por ejemplo, nos encontramos con sistemas mixtos en los que la automatización robótica de procesos (RPA) puede interactuar con sistemas IA que permiten automatizar la obtención y análisis de datos, mejorando el tiempo y reduciendo el esfuerzo de realizarlos por personas de forma manual.

Lenguaje natural

Dentro de los casos preventivos, tenemos también la utilización de sistemas de procesamiento de lenguaje natural. El análisis de texto analiza documentos de reclamaciones, mails y transcripciones de conversaciones de llamadas telefónicas para detectar indicios de fraude, generalmente al identificar comportamientos inusuales, respuestas evasivas o dubitativas.

Al comunicarse con clientes, los chatbots y asistentes virtuales pueden detectar señales de comportamiento inusuales que alerten sobre la posibilidad de fraude. El análisis de redes sociales puede llevarse a cabo con gran eficacia gracias a la capacidad de la IA para verificar conexiones y publicaciones e identificar por tanto la falta de coherencia en las reclamaciones con indicio de fraude.

En definitiva, los sistemas utilizados, principalmente basados en sistemas machine learning, permiten ir perfeccionando los algoritmos que rigen el funcionamiento de los sistemas, haciendo que vayan mejorando los resultados. Todos estos sistemas de IA, basados en comparar transacciones y comportamientos que se dan en las reclamaciones con los que los sistemas tienen ya establecidos, pudiendo identificar los que los que presentan diferencias significativas.

Los sistemas basados en IA pueden ser más o menos complejos y, por tanto, serán más exitosos cuanto más perfecto y complejo sea el sistema utilizado. Así tenemos que sistemas basados en redes neuronales profundas pueden entender mejor los patrones más complejos, mejorando la detección del fraude frente a los sistemas más tradicionales.

Los sistemas de detección durante la gestión de la reclamación o del siniestro basados en IA son también variados.

Las aplicaciones de valoración de daños materiales por reconocimiento de imágenes pueden identificar un daño ya valorado en caso de utilizarse la misma imagen en más de un siniestro.

Predicción del daño

Otros sistemas son capaces de detectar anomalías o modificaciones en imágenes aportadas en una reclamación o incluso en su forma o lugar de obtención. Ya existen dispositivos que, instalados en automóviles, emiten datos de forma telemática sobre la conducción y los que se producen tras producirse un siniestro, lo que permite a sistemas basados en IA analizarlos y alertar sobre casos de reclamación en los que se detecte disparidad entre la versión del afectado y del análisis de los datos. La aportación de datos como fechas y lugares pueden permitir detectar falsedades en la declaración. Datos como los de angulación de daños e intensidades pueden ayudar a generar indicios de fraude en reclamaciones de daños corporales.

Estos sistemas también son capaces de reproducir un siniestro y realizar una predicción del daño, detectando posibilidad de indicio de fraude. Estamos ante un caso de vehículo conectado, hecho que cada vez tendrá más relevancia, no solo en aspectos tan importantes como la seguridad vial y la movilidad, sino también en la gestión de siniestros y detección del fraude. La IA será fundamental en la detección del fraude cuando exista un parque automovilístico suficientemente conectado, lo cual se irá produciendo de una forma progresiva.

Por tanto, podemos afirmar que la IA ya ha transformado la gestión del fraude al seguro por parte de las aseguradoras y que lo irá haciendo a partir de ahora de forma cada vez más precisa. Pero también podemos afirmar que la IA, por sí sola, solo es capaz de ayudar a la detección, pero siempre serán necesarios los profesionales adecuados, tanto para interpretar las alertas que se producen en el análisis de las aplicaciones IA y establecer un primer cribado de falsos positivos o de falsos negativos, como para verificar los casos y establecer si se trata finalmente de un intento de fraude. Para ello, es fundamental que los profesionales que operan en los Departamentos de Siniestros y en los Departamentos Antifraudes estén correctamente formados, tanto gestores como peritos de seguros.