viernes, 13 de mayo de 2016

Semana 19

Buenos días, nunca es intención morbosa de este blog publicar noticias escabrosas, ni siquiera con la intención de llamar la atención sobre este problema social que supone el fraude al seguro, aunque en algunos casos como el de esta semana, existan noticias que lo sean. Con la noticia seleccionada hoy queremos alertar que en muchas ocasiones, aunque no tengan que ser tan extremas como la que hoy publicamos, la lógica no está presente en el fraude y por parte de los profesionales que intervienen en la gestión y verificación de siniestros solo cabe ajustarse a cuestiones técnicas y nunca bajo suposiciones subjetivas. No cabe duda que la labor del perito médico en las verificaciones de siniestros con daños personales es fundamental, pero indicios como en el caso que comentamos hoy en el que los servicios de emergencia se encuentran a una persona con una mano amputada y en la otra sujetando un cigarrillo que se fumaba mientras les estaba esperando parece un indicio claro de que la situación del siniestro no es normal.
 
Un saludo.

Josu Martínez.

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Cuatro años de prisión para un hombre que se cortó la mano para cobrar el seguro

Un hombre que se amputó la mano y fingió haber sufrido un accidente de tráfico para cobrar la indemnización del seguro ha sido condenado a 4 años de prisión por un delito continuado de estafa. El condenado, un agricultor con problemas económicos para afrontar el pago de la hipoteca, contrató o amplió la cobertura con hasta ocho aseguradoras contra las que luego pleiteó para percibir las indemnizaciones correspondientes.

La sentencia de la Audiencia Provincial de Castellón, considera probado que el acusado “para poder cobrar las coberturas pactadas, procedió en la madrugada del día 10 de diciembre de 2007, bien solo o con la ayuda de terceros, a amputarse con un instrumento cortante su mano derecha, para posteriormente, después de haberse protegido la herida resultante con un torniquete que controlase la hemorragia resultante, dirigirse, bien solo o en compañía de terceros, con el vehículo de su propiedad hacia la carretera conocida como Camino Viejo de Nules a Moncofar, y al llegar a las inmediaciones del km. 955,200, cuando eran aproximadamente las 7,50 horas y aún no había salido el sol, donde existía un cambio de rasante para salvar la vía férrea, inmediatamente después del tramo recto que lo coronaba, donde ya empezaba un tramo ligeramente curvo a la derecha y descendente, provocar que el automóvil se saliera por su izquierda, dejándolo caer por un terraplén terrizo con un desnivel de entre 0,40 y 4 metros en diferentes puntos, hasta quedar detenido entre un camino adyacente y un huerto de naranjos de forma prácticamente perpendicular al eje longitudinal del camino por el que circulaba".

Según el relato de hechos probados, "el acusado, que portaba en el interior del vehículo una barra o regla cuyas dimensiones y estructura no han sido determinados, procedió a colocar la mano que se había cortado a los pies del asiento del conductor y, de seguido, a prender fuego al vehículo valiéndose de una bolsa de gasolina que portaba a tal efecto, tras lo cual procedió a realizar una llamada de emergencia al 112 y a recostarse sobre el terraplén en espera de la ayuda solicitada, en cuya posición estaba, fumándose un cigarro”.

La Audiencia le condena también a pagar una multa de 3.000 euros y a devolver a las compañías aseguradoras a las que engañó los 335.000 euros que percibió como indemnización por el falso accidente.

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