Buenos días, en ocasiones
me gusta echar un vistazo al otro lado del "charco" para ver que hacen y que
opinan los profesionales, aseguradoras y organizaciones que luchan contra el
fraude al seguro en EEUU. Esta semana publico un extracto de un manifiesto
editado por una de esas organizaciones. Supongo que lo que vas a leer te resulta
familiar y podrías incluso pensar que se pueda referir al mercado español, ya
que como podrás comprobar a pesar de la distancia y las diferencias que se
aprecian entre las sociedades estadounidense y española, los problemas en la
lucha contra el fraude no son nada diferentes que los que se padecen en
España.
Un saludo.
Josu Martínez.
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¿Por qué es el fraude tan grande?
A veces las aseguradoras acceden. La mayoría de las
compañías de seguro toman medidas firmes contra el fraude, pero algunas lo
fomentan inadvertidamente cuando pagan con demasiada facilidad las
reclamaciones sospechosas. Estas compañías creen que es más barato pagar
reclamaciones pequeñas aunque sospechosas que pelearlas ante los tribunales. Un
arreglo rápido puede también evitar demandas multimillonarias por mala fe.
El sistema de salud es un blanco fácil. El sistema de
salud de Estados Unidos es inmenso y vulnerable. La enorme cantidad de
pacientes y tratamientos sumados a la complejidad de la facturación atrae
estafadores con la habilidad de robarle a nuestro excesivamente ocupado sistema
de atención de la salud. También la presión para controlar costos anima a
muchos médicos o establecimientos de salud a hacer trampas para recuperar
pérdidas de ganancias o cumplir con rigurosas cuotas de tratamientos.
Los inmigrantes son vulnerables. Los grandes y
crecientes grupos de inmigrantes en Estados Unidos son considerados un blanco
fácil para los estafadores de seguros. Las comunidades asiáticas e hispanas,
por ejemplo, denuncian una gran cantidad de fraudes porque los estafadores se
aprovechan de la confianza de los inmigrantes, su falta de facilidad con el
idioma inglés y su ignorancia del sistema de seguro.
Delito de bajo riesgo. Los que hacen trampa a las
compañías de seguro consideran que el fraude es un juego de poco riesgo y
grandes recompensas, y mucho más seguro que el tráfico de drogas o el robo a
mano armada. Considere lo siguiente:
· Seis estados no tienen aún leyes específicas sobre el fraude de seguro,
y así desaniman a muchos fiscales de llevar adelante estos casos difíciles.
· Los tribunales se están poniendo más firmes con los estafadores que son
declarados culpables pero con frecuencia las sentencias de reclusión son
cortas, ya que las cárceles están superpobladas y prefieren reservar espacios
para personas condenadas por delitos de mayor violencia.
· Las sociedades profesionales que supervisan a médicos y abogados con
frecuencia son reacias a aplicarle castigos a sus colegas que reciben un fallo
de culpabilidad por fraude de seguro.
Poca prioridad legal. Los fiscales por lo general le
dan prioridad a la lucha contra las drogas, la violencia y otros delitos de
notoriedad. Aunque en la actualidad están manejando más casos que a principios
de la década del 90, hay muchos que todavía creen que los delitos contra
seguros, con frecuencia, son muy complejos y técnicos como para procesarlos exitosamente.
El fraude se tolera. Demasiados consumidores creen que
el fraude de seguro está justificado. Este clima de tolerancia facilita mucho
la operación segura de los estafadores. La Coalition Against
Insurance Fraud revela que:
· dos de cada tres norteamericanos toleran hasta cierto punto el fraude de
seguro.
· dos de cada cinco norteamericanos desean que los estafadores de seguro
reciban poco o ningún castigo; culpan al sector de seguros por los problemas de
fraude que sufre porque lo consideran injusto.
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