El Fiscal del Estado confirma el impacto de la crisis en los intentos de fraude al Seguro
“La consolidada presencia de las simulaciones de delito es una de las más claras muestras de cómo la crisis económica es factor de delincuencia”, afirma la institución en su Memoria Anual
El Fiscal
General del Estado constata, en su Memoria Anual de 2014, presentada ayer, un
incremento en los delitos contra el patrimonio, con incrementos en los hurtos,
robos con fuerza (el delito con más casos, 21.216) o robos en casas habitadas.
Baja, sin embargo, el robo/hurto y uso del vehículo, con 1.799 casos. Entre las
causas de estos incrementos están los efectos de la crisis, así como los
intentos de fraude al Seguro.
“Existe una extendida observación de que la crisis económica ha propiciado comportamientos en los que los particulares presentan denuncia con este tipo de imputación a fin de procurarse la satisfacción de indemnizaciones con cargo a pólizas de seguro de las que se es beneficiario y que excluyen expresamente la cobertura ante pérdidas u otro tipo de sustracciones”, se afirma enla Memoria.
Insiste, en este sentido, en que la “consolidada presencia de las simulaciones de delito es una de las más claras muestras de cómo la crisis económica es factor de delincuencia y lleva a ella a un colectivo de ciudadanos que no tendrían ese tipo de comportamientos en circunstancias ordinarias”. Y detalla que es a través del fingimiento de delitos contra la propiedad bajo determinadas formas como se intenta hacer efectivo el cobro de pólizas de seguro, “por lo que esta conducta incide también en la comisión de delitos contra la propiedad (básicamente estafas) y el incremento aparente de denuncias e incoaciones por otros delitos del mismo género (aquellos que se fingen)”. La derivación de muchas de estas conductas a faltas y el que se aborten bastantes comportamientos en sede policial es causa explicativa del déficit existente entre incoaciones y calificaciones.
Otro punto sobre el que advierte, además con mayor impacto, “son sin duda las estafas que se dirigen contra las aseguradoras en base a que el asegurado denuncia falazmente ser víctima de un delito contra su patrimonio o un accidente vial susceptible de poner en juego la cobertura de la póliza de seguro”. Señala que estos no son acontecimientos novedosos, “mas su relevancia está en que por segundo año consecutivo vienen siendo objeto de particular atención por las fiscalías”.
“Normalmente, la falta o delito de estafa quedan en grado de tentativa o resultan un acto preparatorio impune en el caso de no haberse iniciado la reclamación ante la compañía aseguradora, lo que sucede en muchos casos, cuando por la misma policía se recibe una denuncia que se aborta como inconsistente o reiterativa”, añade.
“Existe una extendida observación de que la crisis económica ha propiciado comportamientos en los que los particulares presentan denuncia con este tipo de imputación a fin de procurarse la satisfacción de indemnizaciones con cargo a pólizas de seguro de las que se es beneficiario y que excluyen expresamente la cobertura ante pérdidas u otro tipo de sustracciones”, se afirma en
Insiste, en este sentido, en que la “consolidada presencia de las simulaciones de delito es una de las más claras muestras de cómo la crisis económica es factor de delincuencia y lleva a ella a un colectivo de ciudadanos que no tendrían ese tipo de comportamientos en circunstancias ordinarias”. Y detalla que es a través del fingimiento de delitos contra la propiedad bajo determinadas formas como se intenta hacer efectivo el cobro de pólizas de seguro, “por lo que esta conducta incide también en la comisión de delitos contra la propiedad (básicamente estafas) y el incremento aparente de denuncias e incoaciones por otros delitos del mismo género (aquellos que se fingen)”. La derivación de muchas de estas conductas a faltas y el que se aborten bastantes comportamientos en sede policial es causa explicativa del déficit existente entre incoaciones y calificaciones.
Otro punto sobre el que advierte, además con mayor impacto, “son sin duda las estafas que se dirigen contra las aseguradoras en base a que el asegurado denuncia falazmente ser víctima de un delito contra su patrimonio o un accidente vial susceptible de poner en juego la cobertura de la póliza de seguro”. Señala que estos no son acontecimientos novedosos, “mas su relevancia está en que por segundo año consecutivo vienen siendo objeto de particular atención por las fiscalías”.
“Normalmente, la falta o delito de estafa quedan en grado de tentativa o resultan un acto preparatorio impune en el caso de no haberse iniciado la reclamación ante la compañía aseguradora, lo que sucede en muchos casos, cuando por la misma policía se recibe una denuncia que se aborta como inconsistente o reiterativa”, añade.
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