La Guardia
Civil ha detenido a 13
personas en Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba), como supuestos autores de diversos
delitos de fraude a aseguradoras, falsificación de documentos y simulación de
delitos. Desde el inicio de la investigación, que se ha desarrollado durante
ocho meses, la Guardia
Civil ha analizado cientos de expedientes sobre siniestros de
tráfico y sustracciones de vehículos que eran tramitados y reclamados a
distintas compañías de seguros por los miembros de la organización
delictiva.
Según explica El Día de Córdoba, el ‘modus operandi’ que supuestamente llevaba a cabo la banda consistía en comprar vehículos nuevos o de segunda mano en muy buen estado al tiempo que adquirían otros de similares marcas, modelos y fechas de matriculación, pero muy baratos por encontrarse en muy mal estado al provenir de accidentes o con deficiencias técnicas. Una vez que contaban con ambos vehículos, el nuevo lo aseguraban, con una póliza que cubriera la sustracción del vehículo y los daños por accidente, procediendo a la sustitución de los números de bastidor de ambos coches, de modo que el vehículo en mal estado quedaba identificado con el número de bastidor del vehículo nuevo y viceversa.
Realizado el cambio, el grupo delictivo disponía de dos posibles alternativas para realizar el fraude, unas veces denunciaban la sustracción del vehículo nuevo y otras informaban a la compañía aseguradora de un accidente de circulación simulado.
Para evitar sospechas de las aseguradoras, usaban a terceras personas de su confianza para que figurasen como titulares de los vehículos que iban a ser duplicados y tomadores de las pólizas, quienes tras el cobro de las indemnizaciones, entregaban el dinero a los integrantes del grupo, quedándose ellos con una cantidad convenida con anterioridad.
Según explica El Día de Córdoba, el ‘modus operandi’ que supuestamente llevaba a cabo la banda consistía en comprar vehículos nuevos o de segunda mano en muy buen estado al tiempo que adquirían otros de similares marcas, modelos y fechas de matriculación, pero muy baratos por encontrarse en muy mal estado al provenir de accidentes o con deficiencias técnicas. Una vez que contaban con ambos vehículos, el nuevo lo aseguraban, con una póliza que cubriera la sustracción del vehículo y los daños por accidente, procediendo a la sustitución de los números de bastidor de ambos coches, de modo que el vehículo en mal estado quedaba identificado con el número de bastidor del vehículo nuevo y viceversa.
Realizado el cambio, el grupo delictivo disponía de dos posibles alternativas para realizar el fraude, unas veces denunciaban la sustracción del vehículo nuevo y otras informaban a la compañía aseguradora de un accidente de circulación simulado.
Para evitar sospechas de las aseguradoras, usaban a terceras personas de su confianza para que figurasen como titulares de los vehículos que iban a ser duplicados y tomadores de las pólizas, quienes tras el cobro de las indemnizaciones, entregaban el dinero a los integrantes del grupo, quedándose ellos con una cantidad convenida con anterioridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario