viernes, 20 de septiembre de 2024

Semana 37

Buenos días, independientemente que la noticia haya tomado relevancia por el carácter público de su protagonista y que nos obligue a comenzar recordando que en la Lucha Contra el Fraude nunca hay que dar por sentado nada, ni descartar nada, por el tipo de personas involucradas en la verificación de un siniestro.
Centraremos el análisis de la noticia, en la labor de investigación realizada por la Ertzaintza y que en general coincide en muchos aspectos con el trabajo de verificación que realizamos los peritos de seguros en una intervención pericial.
De esta manera tenemos que un siniestro consistente en un incendio tiene como primer objeto de la intervención la determinación de las causas y el origen del siniestro. En este caso, del trabajo pericial resultaría que este fue provocado, para lo cual alguien debió de acceder al interior del establecimiento.
Al igual que se realiza en los siniestros de robo, se verifica en este caso la forma de acceso al interior, pudiendo comprobarse que no existe forzamiento alguno para acceder al interior, lo cual genera una situación de verificación del siniestro para aclarar con más detalle unas circunstancias anómalas.
La comprobación que la contratación 12 días antes del siniestro de una póliza para garantizar la cobertura de daños en caso de incendio, supone una alerta de indicio de fraude que habrá que verificar.
A partir de ese momento se establecerá una labor técnica para determinar que estamos ante un intento de fraude o por el contrario si no es posible determinar esta posibilidad, informar a la aseguradora mandante del trabajo, de las conclusiones que se desprenden de la pericia, a fin que la aseguradora decida establecer otras actuaciones dirigidas a continuar la investigación del siniestro.
En cualquier caso, la labor pericial es clave en muchos siniestros para determinar la existencia de fraude en unos casos o para encaminar la resolución del fraude por otras vías cuando la labor técnica se da por finalizada. 

Un saludo

Josu Martínez

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El denunciante denunciado. Un exconcejal de Laguardia –elegido por Ciudadanos aunque se pasó a Libres por Euskadi– se enfrenta a una petición de dos años de cárcel y a una sanción que podría superar los 100.000 euros. Ayer miércoles arrancó su juicio en la Audiencia Provincial de Álava por «simulación de delito».
La Fiscalía de Álava –a cargo de Sara García– y las dos acusaciones particulares tratarán de demostrar que la denuncia presentada por este empresario la mañana del 26 de octubre de 2018 por el incendio «intencionado» de su obrador de pan fue una pantomima. Según sus tesis, este expolítico alavés apiló una serie de elementos, les echó gasóleo, prendió y para «desviar la atención» pintarrajeó unas supuestas amenazas en las paredes. «Facha muérete pronto» y «facha muérete».
La posterior investigación de la Ertzaintza determinó que alguien quemó a propósito la nave industrial que regentaba en régimen de alquiler. Los daños materiales alcanzaron los 148.710 euros. Sin embargo, nadie forzó ninguna de las dos puertas de acceso del inmueble. Doce días antes del altercado, el ahora investigado contrató una póliza de 420.000 euros y que cubría incendios. Por todo ello, la Policía autonómica le imputó. El cambio en la situación llegó a ser noticia nacional hace ahora seis años. El negocio de venta de pan jamás reabrió.
Contrato de una póliza
Ayer, este hombre negó de manera tajante ser el vándalo. Adujo que «repartía pan» cuando se produjo el supuesto ataque a estas instalaciones, ubicadas en las afueras de la localidad alavesa. Las acusaciones disponen de dos jornadas más para desmontar su coartada ante los magistrados Jesús Poncela, Elena Cabero y Francisco García Romo.
De ser declarado culpable, este hombre de 65 años jamás entrará en la cárcel al carecer de antecedentes penales. El quid de este proceso penal radica en la factura de los daños materiales. Si los deberá abonar el procesado, la compañía de seguros personada como acusación particular o un tercero por definir.