Buenos días, una vez publicado por parte de Seguros AXA el
estudio sobre fraude al seguro correspondiente al anterior ejercicio,
encontramos como siempre interesantes datos para analizar.
El primero que llama la atención es el descenso en el porcentaje de fraudes
detectados, 0,3 puntos respecto al año anterior. Dato que habría que compararlo
con el resto del mercado y que próximamente lo tendremos a través de ICEA.
El principal aspecto que arrastra el descenso de fraude detectado en este
estudio, es que en el ramo del automóvil se viene observando un descenso en el
porcentaje de fraude respecto al resto de ramos.
En el año 2012 el automóvil suponía un 70% del total de fraude detectado,
mientras en 2021 baja al 51%.
Se trata de un descenso demasiado acentuado para que sea simplemente un
descenso real de los fraudes cometidos. Si tenemos en cuenta que herramientas
como Big Data mejoran la detección de fraude y que las tramas organizadas han
aumentado desde el 2012 exponencialmente, nos encontramos que la diferencia es
enorme.
Las principales causas tienen que deberse a los cambios que durante este tiempo
se han producido en la forma de gestionar los siniestros de automóviles. Un
aumento de la autovalidación de siniestros leves por parte de talleres y
aumento de los sistemas telemáticos de peritación. En el primer aspecto siempre
quedará en decisión de cada aseguradora, si prima la automatización frente a
tratamientos más controladores y en cuanto al segundo aspecto, creo que es
labor de todos mejorar la preparación de las redes periciales a la hora de
detectar fraude mediante sistemas telemáticos.
Sabemos que es más difícil peritar los daños de un vehículo de forma telemática
que de forma presencial y de igual manera es más difícil detectar el fraude de
forma telemática que de forma presencial. Quizás las redes periciales
deberíamos cambiar la mentalidad a la hora de afrontar una peritación de forma
telemática de que como se está realizando hasta ahora, que básicamente es
utilizar los mismos criterios y métodos que de forma presencial.
También es cierto que el fraude profesional cada vez se ha especializado más y
es más difícil de detectarlo y así mismo el fraude no profesional también
prepara los fraudes de forma más concienzuda de lo que se hacía años atrás.
En definitiva, trabajo por delante para avanzar en la Lucha Contra el Fraude.
Un saludo
Josu Martínez
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Axa evita pagos indemnizatorios por fraude de más de 71
millones de euros en 2021
El ‘IX Mapa AXA del Fraude en España’ ha aportado una buena
noticia: por primera vez desde que la aseguradora comenzó a elaborar este
estudio, en 2012, la tasa de fraude al Seguro ha descendido, situándose en el
1,91%, frente al 2,21% de 2020.
La principal causa del descenso se debe “a que el incremento
de los siniestros declarados a la aseguradora en 2021 (6%) ha sido mayor que
crecimiento de los siniestros fraudulentos (1%), lo que ha reducido la tasa
final”, según argumentó ayer Arturo López-Linares, director de Siniestros de AXA
España, durante la presentación del estudio.
En 2021, la aseguradora evitó pagos indemnizatorios
fraudulentos en todas sus líneas–Vida y No Vida, Particulares y Empresas– por
un importe total de más de 71 millones de euros, lo que supone un incremento del
6% con respecto al año anterior.
López-Linares también destacó la importancia que en la
modificación de la forma de afrontar la lucha contra el fraude tienen. En la
actualidad, tanto los datos (smart data) como la automatización robótica de los
procesos (RPA: Robotic Process Automation), ya que “permiten una investigación
más rápidamente y evitar falsas sospechas”. Otro aspecto cualitativo importante
detectado en el estudio es “el cambio en el patrón de comportamiento tanto de
las personas (nuevas formas y frecuencia de movilidad, nuevos espacios de
trabajo derivados del confinamiento, etc.) como de las empresas”.
Con la elaboración del mapa la compañía trata de
“concienciar a la sociedad del grave perjuicio que supone el fraude al seguro.
Un perjuicio que, de forma directa, tiene efectos en el precio de los seguros;
pero que además puede generar otros efectos perniciosos directos a aquellas
personas que los llevan a cabo, derivados de la comisión de un delito punible”,
según indició López-Linares. A lo que añadió que “la detección de los casos de
fraude tiene un impacto importante en la prima que pagan los asegurados por sus
pólizas. El año pasado los pagos evitados por casos de fraude y que no fueron
repercutidos en el resto de los asegurados supusieron un ahorro del 27% en el
seguro de RC o del 19% en los casos de Accidentes”.
Autos, el ramo con
mayor número de fraude
Autos continúa siendo el negocio con mayor porcentaje de
fraude al seguro, con un 51% de los casos; en 2021, subió casi un 8% respecto
al mismo periodo del año anterior. Pero, hay un dato importante: en 2012, año
en el realizaron el primer informe, “siete de cada diez siniestros fraudulentos
se producían en este ramo; sin embargo, el porcentaje ha ido reduciéndose de
manera muy significativa”.
Por su parte, Multirriesgos (Hogar, Comercio y Oficinas, y
Comunidades) representa el 36% sobre el total de los casos, registrado una
reducción de casi el 14%, respecto a 2020. Entre las prácticas más habituales
de fraude en este ramo de encuentran “las facturas falsas a la hora de
indemnizar un siniestro, la falta de mantenimiento de los bienes del hogar o el
aprovechamiento de eventos climatológicos reales para generar siniestros
falsos”.
En Diversos (RC, Transporte e Industrias, entre otros) el
porcentaje de fraudes representa el 13% del total y no ha registrado cambios
importantes respecto a 2020, pues el descenso ha sido ligero.
El fraude organizado
aumenta un 89%
Las aseguradoras se enfrentan a tres tipos de fraudes:
ocasional u oportunista, premeditado y organizado. El primero (en el que se
aprovecha la realidad de un siniestro para introducir daños preexistentes o
anteriores y hacerlos pasar como actuales) supone el 55% de todos los casos que
se comenten y el importe medio que se intenta defraudar es de 600 euros.
Por su parte, el fraude premeditado (en el que los daños
reclamados son reales o ficticios, pero todos han sido planificados con
antelación) representa el 42% del total; el importe medio en este caso es de
más de 3.000 euros. El resto corresponde al fraude organizado. “Es el que lleva
a cabo un modus operandi más peligroso; se trata de bandas o tramas organizadas
ocasionalmente apoyadas por profesionales que buscan la industrialización de su
proceso delictivo”.
El número de tramas organizadas detectadas el año pasado fue
de 12, frente a las 15 del año anterior, responsables de 289 siniestros
fraudulentos, “lo que supone un 89% más que el año anterior”. El importe: casi
un millón de euros.
Fraude por
Comunidades Autónomas y por género
Por Comunidades Autónomas la mayor tasa vuelve a estar en
Melilla (con un aumento hasta el 12,5% frente al 9% de 2020); le siguen
Cantabria, Navarra y Andalucía con el 3%. Las tasas más bajas son para Madrid
(1%), País Vasco (1,15%) y Cataluña (1,4% ambas).
Teniendo en cuenta el género, los hombres cometen, de media,
más fraude en el ramo de Autos que las mujeres. Ellos representan más de 72%
del fraude, mientras que su peso en la cartera de Autos es del 71%. Por su
parte, las mujeres son responsable del 27,5% del fraude. Estos porcentajes
varían en el ramo de Hogar, donde los porcentajes de casos de fraude cometidos
por hombre y mujeres están más equilibrados.