viernes, 19 de enero de 2018

Semana 3

Buenos días, uno de los tipos de fraude más doloroso para las aseguradoras, es el denominado fraude interno, el que comente un empleado o colaborador. A pesar de ser el fraude más esporádico de los que se realizan a las aseguradoras, digo que es el más doloroso porque lo realiza alguien al que la aseguradora le ha dado su confianza y por el contrario el empleado o colaborador se aprovecha de ella y de los conocimientos sobre el funcionamiento de su trabajo para cometer un delito de estafa. En la noticia publicada hoy se trata de un gestor de una aseguradora que conociendo los límites de control de la aseguradora, manipulaba las resoluciones de la tramitación de un tipo de siniestros para burlar dichos controles, consiguiéndolo durante 12 años.

Un saludo.

Josu Martínez.
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La Audiencia de A Coruña condena a un tramitador de siniestros a 2 años de cárcel por estafa

La Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago, ha condenado a dos años de prisión y multa de 2.100 euros a un tramitador de siniestros por un delito continuado de estafa cometido contra Groupama, la empresa de seguros para la que trabajaba, según informa El Correo Gallego. También le condena a devolver los más de 170.000 euros apropiados.

Resumen de los hechos

Según la sentencia  a la que ha tenido acceso Europa Press, J.A.A.Q. trabajaba desde el 1 de enero de 1998 como tramitador de siniestros en una oficina con sede en A Coruña tramitando con Groupama los siniestros de sus clientes "controlando su tramitación, tanto respecto a la sanidad de los asegurados en caso de lesiones -si las hubiera- como de los daños materiales".

Así, gestionaba personalmente las indemnizaciones que por dichos siniestros se le reclamaban, "negociando él mismo con los perjudicados en base a las facturas, informes médicos y periciales que procediese, los importes que Groupama tenía que abonar", añade la sentencia. Las cantidades eran siempre inferiores a 3.000 euros con el fin de dificultar los controles que establecía la compañía para la que trabajaba.

La sentencia detalla que J.A.A.Q. , desde 1999 hasta el año 2011, alteró hasta un total de 64 expedientes de siniestros.  Además, en el fallo se destaca que el encausado "manipulaba los expedientes en la mayoría de los casos, abriendo nuevamente los que ya constaban cerrados y al abrirlo solicitaba con cargo al mismo un pago a nombre de un beneficiario falso y que ninguna relación guardaba con las personas declaradas en el siniestro o que hubieran intervenido o resultado perjudicadas". Además, asignaba "un DNI que tampoco se correspondía con la persona que se designaba como beneficiario, ni a ninguna otra con ese nombre, a fin de que los registros informáticos no detectaran coincidencias en la manipulación".

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