viernes, 17 de noviembre de 2017

Semana 46

Buenos días, los seguros de vida son un goloso objetivo para los estafadores. La noticia seleccionada hoy hace referencia a un caso que fue motivo de premio en el último concurso de detección de fraudes que organiza anualmente ICEA. Se trata de uno de los casos más habituales, fingir un fallecimiento para cobrar la indemnización que garantizaba la póliza contratada. Suele fingirse en países extranjeros para dificultar la verificación del caso y para facilitar la falsificación de documentos de otros países que no resultan conocidos por los gestores de las aseguradoras españolas. El resultado del estudio presentado este año por ICEA fija en 34,70 el ratio del rendimiento, es decir, por cada euro invertido en la detección de fraude, las aseguradoras consiguen evitar el pago indebido de 34,70 euros.

Un saludo.

Josu Martínez.

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El fraude en los seguros de vida y de decesos se ha más que duplicado, hasta alcanzar el 1,99% y el 1,48% del total de los percances declarados.


Así, por ejemplo, Generali detectó que un treintañero que supuestamente había fallecido en Colombia, seis meses después de contratar una póliza de vida con un capital asegurado de 150.000 euros en caso de muerte, estaba realmente muy vivo.

A la aseguradora no terminó de encajarle la velocidad y la facilidad con la que la familia reúne y envía todos los documentos, debidamente certificados, que atestiguan la muerte del asegurado. Tras abrir una investigación, Generali descubre no sólo la falsedad de este caso, sino que logró destapar la existencia de una trama organizada que operaba en varios países, que reunía documentación y certificados originales para simular el fallecimiento de personas y reclamar así indemnizaciones por seguros de vida en España.

Las compañías del sector de seguros, cada vez más, dedican una elevada cantidad de recursos a detectar posibles casos de engaño. El esfuerzo merece la pena: según un estudio de ICEA, por cada euro invertido en investigar casos sospechosos, las aseguradoras logran evitar el pago de 34,70 euros en indemnizaciones indebidas.

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