Buenos días, desde este espacio es costumbre que
diferenciemos sobre los fraudes ocasionales y los profesionales, ya que es una
de las clasificaciones sobre tipología de fraude que nos ayudan a entenderlos y
establecer métodos de trabajo para su detección. Insistimos siempre en que el
fraude profesional es más difícil de detectar que el ocasional o no
profesional, ya que en el caso del profesional, generalmente se trata de tramas
perfectamente organizadas, que conocen el funcionamiento de una aseguradora y
sus mecanismos de actuación, en ocasiones cuentan con profesionales que
trabajan en el sector, empleados, corredurías, talleres de reparación o peritos
de seguros. En la noticia que hoy nos ocupa, tenemos un ejemplo de banda
organizada, bien estructurada con profesionales que trabajan en el sector, como
un taller de reparación y un perito de seguros, que al parecer facilitaban las
gestiones para acometer las estafas. Los casos que relata la noticia, son
ejemplos de diferentes situaciones que demuestran como los estafadores conocían
la manera en la que debían actuar para engañar a cada aseguradora. Así nos
encontramos casos como comprar unos restos de un siniestro total, realizar una
reparación parcial para que pudiera pasar la inspección de riesgo y ser
asegurado. Un incendio intencionado de otro vehículo anteriormente declarado
siniestro total en unas inundaciones. Un falso robo para vender las piezas del
vehículo, etc. El sistema de inspección del riesgo por parte de la aseguradora
para vehículos que no son nuevos tiene una repercusión fundamental en el
sistema de prevención en la lucha contra el fraude, cuanto mejor sea el sistema
de inspección menos posibilidades de ser estafada tendrá la aseguradora.
También es importante que el perito de seguros cuando es el encargado de la
inspección del riesgo, realice una labor meticulosa, no conformándose de una
verificación exterior del vehículo, sino de realizar una comprobación ocular
completa, revisando estado de llantas de rueda, correcto y uniforme desgaste de
los neumáticos, estado del compartimento motor, arrancar el vehículo,
observación de testigos luminosos, etc. Por otro lado tenemos el tratamiento de
los restos por parte de las aseguradoras tras un siniestro total y la no
siempre cumplida necesidad de cerciorarse que el vehículo sea dado de baja. La
comunicación a la DGT del siniestro total, es un aspecto que tampoco parece
claro en la operativa de algunas aseguradoras, por otro lado la facilidad con
la que en España se puede dar de alta un vehículo que ya ha sido dado de baja
también resulta un detalle que debieran revisar las instituciones. La
comprobación del origen del recambio utilizado, aún cuando se trate de recambio
verde o de recuperación, también es un aspecto a tener en cuenta por
aseguradoras y peritos de seguros.
Un saludo.
Josu Martínez.
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Uno de los mayores entramados de estafas en seguros de accidentes, a juicio en la Audiencia
La Fiscalía pide entre uno y cinco años de cárcel a 20 acusados - Se hacían con coches declarados siniestro total para cobrar de nuevo por accidentes simulados o falsos robos
Fuente : Carlos García Pontevedra
Vehículos incautados en el marco de la "Operación Poza". // Policía Local de
Pontevedra
Una
denuncia por un falso robo de un Renault Laguna presentada ante la Policía
Local de Pontevedra provocó que los agentes tirasen el hilo que desmontasen lo
que acabó siendo uno de los mayores entramados de estafas a aseguradoras en
accidentes de tráfico descubiertos en Galicia. Aquella investigación, bautizada
como "Operación Poza", llega el lunes a juicio a la Audiencia
Provincial de Pontevedra cuando se sienten en el banquillo de los acusados un
total de 20 procesados, desde los responsables de un taller de Pontevedra a un
perito que supuestamente hacía la vista gorda y propietarios de alguno de los
vehículos que colaboraron en estos fraudes.
Según
el escrito del fiscal, que pide penas que van desde un año de prisión a cinco
para los principales cabecillas de la trama, a lo largo de la investigación se
detectaron hasta once supuestos fraudes a aseguradoras con accidentes de
tráfico simulados o falsos robos de vehículos, la mayoría de alta gama.
El
Ministerio Público relata diferentes modus operandi para engañar a los seguros
y no siempre resultaba. Por ejemplo, en varias ocasiones los acusados se
hicieron con vehículos que quedaron absolutamente inutilizados durante las
riadas que se produjeron en Vilagarcía de Arousa en diciembre de 2006. En
algunos de los casos eran trasladados a un taller de Pontevedra sobre el que
gira buena parte de la investigación, dado que allí se depositaban buena parte
de los vehículos. Estos coches, por los que sus propietarios ya habían recibido
la correspondiente indemnización al ser declarados siniestro total, se volvían a dar de alta posteriormente simulando
una reparación inexistente así como otro tipo de ardid y después se reclamaba
al seguro simulando cualquier percance. Es el caso por ejemplo de un Volvo S-60
que fue declarado siniestro total tras las inundaciones en Vilagarcía. Fue
adquirido a su propietario y trasladado a este taller en Pontevedra y tras
realizar una venta simulada uno de los acusados trasladó el coche a una zona
despoblada próxima al embalse del Pontillón do Castro en Pontevedra y le
prendió fuego, procediendo luego a elaborar un parte de siniestro argumentando
que el coche comenzó a arder cuando circulaba en él.
En
otro caso se simularon accidentes falsos con estos coches utilizando grúas para
golpear los vehículos y hacer más creíble su reclamación. Para ello, en algunos
casos contaron también con la ayuda, según el fiscal, con un perito de Vigo que omitía los daños
anteriores que ya presentaban los vehículos.
En
otro de los casos, algunos de los imputados adquirieron los restos de un
Mercedes E320 que sufrió un grave accidente en Guitiriz y tras una reparación
parcial que solo afectaba a las piezas exteriores dañadas, que fueron
sustituidas, lo llevaron a un lugar de la carretera ente Cuntis y Moraña y
simularon una salida de vía colisionando contra un talud. En esta ocasión,
incluso un matrimonio que figura entre los imputados comparecieron ante el
Hospital Domínguez de Pontevedra en donde se les diagnosticaron lesiones leves
supuestamente sufridas en este accidente. Así, hasta once casos diferentes y
con una cantidad estafada a las aseguradoras que ronda los 140.000 euros,
cantidades que se reclaman en materia de responsabilidad civil. Así hasta con
un total de once vehículos diferentes.
Asimismo,
un Renault Laguna también dañado en las inundaciones de Vilagarcía fue
denunciado como robado cuando realmente se vendió por piezas en Portugal.
Falsedad
y estafa
La
Fiscalía atribuye a los acusados distintos delitos como falsedad en documento
mercantil y estafa (en algunos casos en grado de tentativa ya que algunas
aseguradoras lograron descubrir los engaños). En algunos casos llegaron a
obtener indemnizaciones que superaban los 30.000 euros por ser vehículos de
alta gama.
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