viernes, 22 de septiembre de 2017

Semana 38

Buenos días, desde este espacio es costumbre que diferenciemos sobre los fraudes ocasionales y los profesionales, ya que es una de las clasificaciones sobre tipología de fraude que nos ayudan a entenderlos y establecer métodos de trabajo para su detección. Insistimos siempre en que el fraude profesional es más difícil de detectar que el ocasional o no profesional, ya que en el caso del profesional, generalmente se trata de tramas perfectamente organizadas, que conocen el funcionamiento de una aseguradora y sus mecanismos de actuación, en ocasiones cuentan con profesionales que trabajan en el sector, empleados, corredurías, talleres de reparación o peritos de seguros. En la noticia que hoy nos ocupa, tenemos un ejemplo de banda organizada, bien estructurada con profesionales que trabajan en el sector, como un taller de reparación y un perito de seguros, que al parecer facilitaban las gestiones para acometer las estafas. Los casos que relata la noticia, son ejemplos de diferentes situaciones que demuestran como los estafadores conocían la manera en la que debían actuar para engañar a cada aseguradora. Así nos encontramos casos como comprar unos restos de un siniestro total, realizar una reparación parcial para que pudiera pasar la inspección de riesgo y ser asegurado. Un incendio intencionado de otro vehículo anteriormente declarado siniestro total en unas inundaciones. Un falso robo para vender las piezas del vehículo, etc. El sistema de inspección del riesgo por parte de la aseguradora para vehículos que no son nuevos tiene una repercusión fundamental en el sistema de prevención en la lucha contra el fraude, cuanto mejor sea el sistema de inspección menos posibilidades de ser estafada tendrá la aseguradora. También es importante que el perito de seguros cuando es el encargado de la inspección del riesgo, realice una labor meticulosa, no conformándose de una verificación exterior del vehículo, sino de realizar una comprobación ocular completa, revisando estado de llantas de rueda, correcto y uniforme desgaste de los neumáticos, estado del compartimento motor, arrancar el vehículo, observación de testigos luminosos, etc. Por otro lado tenemos el tratamiento de los restos por parte de las aseguradoras tras un siniestro total y la no siempre cumplida necesidad de cerciorarse que el vehículo sea dado de baja. La comunicación a la DGT del siniestro total, es un aspecto que tampoco parece claro en la operativa de algunas aseguradoras, por otro lado la facilidad con la que en España se puede dar de alta un vehículo que ya ha sido dado de baja también resulta un detalle que debieran revisar las instituciones. La comprobación del origen del recambio utilizado, aún cuando se trate de recambio verde o de recuperación, también es un aspecto a tener en cuenta por aseguradoras y peritos de seguros.

Un saludo.

Josu Martínez.

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Uno de los mayores entramados de estafas en seguros de accidentes, a juicio en la Audiencia

La Fiscalía pide entre uno y cinco años de cárcel a 20 acusados - Se hacían con coches declarados siniestro total para cobrar de nuevo por accidentes simulados o falsos robos

Fuente : Carlos García Pontevedra 

Vehículos incautados en el marco de la "Operación Poza". // Policía Local de Pontevedra
Una denuncia por un falso robo de un Renault Laguna presentada ante la Policía Local de Pontevedra provocó que los agentes tirasen el hilo que desmontasen lo que acabó siendo uno de los mayores entramados de estafas a aseguradoras en accidentes de tráfico descubiertos en Galicia. Aquella investigación, bautizada como "Operación Poza", llega el lunes a juicio a la Audiencia Provincial de Pontevedra cuando se sienten en el banquillo de los acusados un total de 20 procesados, desde los responsables de un taller de Pontevedra a un perito que supuestamente hacía la vista gorda y propietarios de alguno de los vehículos que colaboraron en estos fraudes.
Según el escrito del fiscal, que pide penas que van desde un año de prisión a cinco para los principales cabecillas de la trama, a lo largo de la investigación se detectaron hasta once supuestos fraudes a aseguradoras con accidentes de tráfico simulados o falsos robos de vehículos, la mayoría de alta gama.
El Ministerio Público relata diferentes modus operandi para engañar a los seguros y no siempre resultaba. Por ejemplo, en varias ocasiones los acusados se hicieron con vehículos que quedaron absolutamente inutilizados durante las riadas que se produjeron en Vilagarcía de Arousa en diciembre de 2006. En algunos de los casos eran trasladados a un taller de Pontevedra sobre el que gira buena parte de la investigación, dado que allí se depositaban buena parte de los vehículos. Estos coches, por los que sus propietarios ya habían recibido la correspondiente indemnización al ser declarados siniestro total, se volvían a dar de alta posteriormente simulando una reparación inexistente así como otro tipo de ardid y después se reclamaba al seguro simulando cualquier percance. Es el caso por ejemplo de un Volvo S-60 que fue declarado siniestro total tras las inundaciones en Vilagarcía. Fue adquirido a su propietario y trasladado a este taller en Pontevedra y tras realizar una venta simulada uno de los acusados trasladó el coche a una zona despoblada próxima al embalse del Pontillón do Castro en Pontevedra y le prendió fuego, procediendo luego a elaborar un parte de siniestro argumentando que el coche comenzó a arder cuando circulaba en él.
En otro caso se simularon accidentes falsos con estos coches utilizando grúas para golpear los vehículos y hacer más creíble su reclamación. Para ello, en algunos casos contaron también con la ayuda, según el fiscal, con un perito de Vigo que omitía los daños anteriores que ya presentaban los vehículos.
En otro de los casos, algunos de los imputados adquirieron los restos de un Mercedes E320 que sufrió un grave accidente en Guitiriz y tras una reparación parcial que solo afectaba a las piezas exteriores dañadas, que fueron sustituidas, lo llevaron a un lugar de la carretera ente Cuntis y Moraña y simularon una salida de vía colisionando contra un talud. En esta ocasión, incluso un matrimonio que figura entre los imputados comparecieron ante el Hospital Domínguez de Pontevedra en donde se les diagnosticaron lesiones leves supuestamente sufridas en este accidente. Así, hasta once casos diferentes y con una cantidad estafada a las aseguradoras que ronda los 140.000 euros, cantidades que se reclaman en materia de responsabilidad civil. Así hasta con un total de once vehículos diferentes.
Asimismo, un Renault Laguna también dañado en las inundaciones de Vilagarcía fue denunciado como robado cuando realmente se vendió por piezas en Portugal.
Falsedad y estafa
La Fiscalía atribuye a los acusados distintos delitos como falsedad en documento mercantil y estafa (en algunos casos en grado de tentativa ya que algunas aseguradoras lograron descubrir los engaños). En algunos casos llegaron a obtener indemnizaciones que superaban los 30.000 euros por ser vehículos de alta gama.

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