Buenos días, es habitual
comentar en este espacio noticias sobre estafas al seguro realizadas por tramas
organizadas, ya que lo consideramos un tema especialmente preocupante en lo
relativo al fraude al seguro, debido a la proliferación de grupos y casos. Pero
también quisiera resaltar esta semana los casos de grupos de amigos que
únicamente se dedican a cometer este tipo de delitos. El extracto de la noticia
que hoy publicamos ocurre este año, independientemente del resultado de la
sentencia en este caso, alguien puede pensar que se trata de un hecho aislado
debido a que existen pocas noticias como esta, pero por contra yo me atrevo a
afirmar que en cada provincia de España hay decenas y en algunas provincias
centenares de grupos que fingen falsos siniestros o bien que provocan siniestros
de baja intensidad, principalmente en semáforos, rotondas y accesos a rotondas,
que variando de vehículos y ocupantes van reclamando de asegurada en
aseguradora, cobrando importantes cantidades de cada una de ellas. Muchas veces
hemos opinado que la Ley de Protección de Datos, protege también a los
delincuentes para realizar este tipo de actividades fraudulentas y que hasta que
desde Unespa y la DGS no se trate a fondo esta cuestión con la Agencia de
Protección de Datos, continuará siendo una interesante actividad para los
estafadores.
Un saludo.
Josu Martínez.
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Absueltos los diez acusados de estafar a una aseguradora con falsos accidentes
Fueron juzgados en enero por dos accidentes presuntamente simulados, pero no se ha podido probar que así fuera. El Ministerio Fiscal y la acusación particular pedían penas entre nueve meses y cuatro años, así como el pago de indemnizaciones
Fuente SUCESOS
Javier Vicente 06 Abril 2016
Imagen de la vista celebrada en la mañana del lunes en la Audiencia Provincial
Los diez miembros de una presunta banda que fueron juzgados
en la Audiencia
Provincial en enero por simulación de delito y estafa
procesal han sido declarados inocentes finalmente al no poder probarse que los
accidentes que sufrieron fueron simulados con el fin de engañar a la
aseguradora. Las peticiones de prisión por parte de Ministerio Fiscal y
acusación particular iban desde los nueve meses hasta los cuatro años así como
el pago de una indemnización de casi once mil euros, cantidad que se
recibió por una acusada en uno de los dos accidentes.
En total fueron diez los juzgados y dos más que no
comparecieron al encontrarse en paradero desconocido. Se trataba, en concreto
de J.G.L., A.G.H., I.M.H.A., G.G.H., A.M.H.,
J.G.C., R.G.S., S.G.C., A.P.M. y C.H.G, mientras que los que no
estuvieron en la vista responden a las iniciales de A.M.S.R. e I.C.R.C.
Todos los acusados declararon que los accidentes habían sido reales y que, si
firmaron las renuncias a posibles indemnizaciones de la aseguradora fue por
presiones por parte de un detective privado que contrató la empresa que por
aquel entonces se llamaba Groupama.
Testigos y agentes de la Guardia Civil ,
además, tampoco arrojaron culpabilidad sobre los acusados y solo uno de ellos
afirmó que le extrañó el hecho de que a su llegada, en el segundo accidente
ocurrido, las dos personas que se encontraban dentro del coche tuvieran puesto
el cinturón de seguridad. Estas se trataban precisamente de las dos que no
han comparecido y que, según el informe del detective, reconocieron que el
segundo accidente fue pactado y que ellos mismos no se encontraban en el mismo
cuando se produjo.
En la jornada del martes se comenzó con la declaración de
dos personas que se encontraron en el primer accidente y que fueron
desimputadas tras su declaración en el juzgado de Instrucción en las cuestiones
previas. Este martes, en calidad de testigos y con la obligación de decir la
verdad, dijeron que tras el accidente se quedaron hablando sobre el seguro y
que si en su primera testificación hablaron de "chanchullos" como
afirmaba la acusación particular se refería más bien al papeleo que se debió
hacer.
El detective también testificó queriendo dejar claro que en
ningún momento practicó ninguna acción coactiva o amenazante para que se
firmaran las renuncias y que estas se hicieron de manera voluntaria con la
ayuda de él mismo después de encontrar contradicciones y de que el propio
A.M.S.R., al que no se le ha tomado declaración, lo confesara. Por otro lado,
aseguró no recordar varias cosas después de casi cuatro años como una supuesta
llamada que realizó al abogado de varios acusados en su día, que también
compareció.
Después de escuchar a acusados y testigos, el Ministerio
Fiscal y acusación particular mantuvieron la pena para siete acusados y la
subieron para tres en los términos que aparece arriba. Según el alegato final
del primero, no hay siquiera pruebas de que el primer accidente se hubiera
producido y en el segundo existen incongruencias en unas declaraciones que,
según dice, no fueron claras. El abogado de la acusación no puso en duda la
realidad de los accidentes aunque sí que no fueran fraudulentamente pactados
con anterioridad. Los abogados defensores, en cambio, pusieron sobre la
mesa la presunción de inocencia de sus defendidos y que no ha sido en ningún
momento rota por las pruebas ofrecidas en el juicio.
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