Jornada sobre el traumatismo cervical en accidentes de circulación
La complejidad de discernir entre realidad y fraude en el “latigazo cervical”
Ayer se celebró en el Hotel Holiday Inn una jornada sobre los el traumatismo cervical en accidentes de circulación, organizada por INESE. La primera ponencia corrió a cargo de Cándido Hernández, director de Personales y Reaseguro de PELAYO MUTUA DE SEGUROS, quien empezó haciendo un análisis de la evolución, desde los inicios del SOA, de la relación de los asegurados y perjudicados con las entidades de seguros, en relación a la protección de aquellos. A continuación, mostró la preocupación del sector asegurador respecto al incremento de los lesionados de baja intensidad, explicando las modalidades de fraude y las condiciones propicias que existen en nuestra sociedad para propiciarlo. Habló de los problemas que plantea el nexo causal en este tipo de siniestros, para terminar haciendo mención a una serie de resoluciones judiciales sobre esta cuestión.
Estudios Biomecánicos, sí, pero con profesionalidad
A continuación, Carlos Represas, especialista en Medicina Legal y Forense, indicó que la elevada siniestralidad en nuestro país es debida a diferentes factores, como la regulación legal, la hipertrofia asistencial, muchos intereses económicos de distintas partes implicadas, escaso reproche social o escasa investigación y formación. Defendió la validez de los estudios biomecánicos, siempre que se hagan con profesionalidad. A este respecto, señaló que sería deseable que se estudiara este asunto desde un punto de vista técnico, médico y jurídico por parte de expertos, para definir los criterios científicos de esta patología.
Antonio Marín, magistrado de la Audiencia Provincial de Cádiz, trató de la problemática del traumatismo cervical en las Audiencias Provinciales. Se refirió, fundamentalmente, a los problemas que plantea la relación de causalidad en el juicio ejecutivo del automóvil. En tal sentido, indicó que la cuestión no está en si se dicta o no el auto ejecutivo, sino qué incidencia tiene el dictado del mismo en la jurisdicción civil. O dicho de otro modo, cómo se introduce, por ejemplo, la falta de relación de causalidad en el proceso civil, cuando se ha dictado el título. Terminó su intervención aludiendo a la carga de la prueba, sosteniendo que, si bien en el proceso declarativo la tiene el actor, en el ejecutivo es la entidad aseguradora la que debe probar, en su caso, la falta de nexo causal, cuestión que, al tratarse de hechos negativos, no es nada fácil.
A continuación, aludiendo al mismo tema que el anterior ponente, intervino Miguel Ángel Larrosa, magistrado de la Audiencia Provincial de Murcia. Dijo que el informe de biomecánica es una prueba pericial más, que está sometida al principio de libre valoración de la prueba por parte de los jueces. Sostuvo que estos informes deben ser más rigurosos para tener más validez. Como ejemplo, señaló que en ocasiones no se habla del peso de los ocupantes del vehículo y de la carga, o no se menciona el tipo de asientos y reposacabezas, etc.
Finalizó este panel Eduardo de Porres, presidente de la Audiencia Provincial de Madrid, para quien el latigazo cervical es una lesión muy compleja que plantea problemas probatorios. Hizo un análisis de los criterios de causalidad indicados por la Comisión de Expertos en su Propuesta de reforma del Baremo, advirtiendo que los criterios propuestos son lo suficientemente abiertos para que el juez pueda valorar adecuadamente la prueba y pueda individualizar el caso, sin que haya, a su juicio, ningún problema de constitucionalidad.
Problema social
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