viernes, 4 de abril de 2025

Semana 14

Buenos días, hace años que se inició el boom de las redes sociales en internet, a su vez comenzó la posibilidad de detectar por parte de las aseguradoras de ciertos fraudes que eran publicados en dichas redes.
Aunque actualmente es una situación ya muy conocida, el rastreo de pistas a través de internet sigue siendo una práctica por parte del sector asegurador que resulta muy productiva en muchas ocasiones.
Sobre este sistema de detección debo aclarar que no es una labor pericial. Ojo que no mal interprete nadie, simplemente quiero afirmar que la labor del perito es una labor técnica, meramente técnica diría yo, la cual además es muy importante, porque es la que no puede hacer otro profesional, por tanto la labor pericial es complementaria a cualquier otra que realice otro profesional que esté interviniendo en un caso de verificación, ya sea, tramitador, abogado, investigador privado, etc.
Esta situación es muy importante que se tenga clara. Un informe pericial que incluya datos que no son técnicos devaluará el propio informe, aportar datos por parte del perito de seguros como el que indicamos en la noticia, supondrá que el perito de seguros que lo emite, carece de conocimientos técnicos y se basa en otro tipo de información ajena a su labor para elaborar unas conclusiones, dejando a su vez de contener la objetividad necesaria en un informe pericial.
Aprovecho para continuar alertando sobre la importancia de no extralimitar las funciones periciales porque incluso se podría incurrir en situaciones de intrusismo profesional, como en alguna ocasión han denunciado desde el colectivo de investigadores privados.
Por tanto, insisto en afirmar que en la Lucha Contra el Fraude deben trabajar coordinadamente todos los profesionales que intervienen, cada uno aportando los conocimientos y experiencia correspondiente a su actividad profesional, teniendo a su vez muy clara cual es la labor que puede y que debe realizar cada uno. 

Un saludo 

Josu Martínez

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Fraude al seguro: o cómo usar un vídeo de Instagram de un coche tuneado para detectar un caso

En el 2% de los siniestros se pretende engañar. AXA detectó el año pasado 23.000 intentos de estafa



Fuente : El Pais

El fraude al seguro parece una versión moderna de la picaresca española del Siglo de Oro. Para muchos, engañar a una gran compañía no es un problema. Y no es una cuestión de estatus socio económico, género o nacionalidad, de acuerdo con las estadísticas de estafas. Quienes lo hacen, no reparan en que no se trata de picaresca, sino de un posible delito. Y el fenómeno no es algo puntual, ya que afecta al 1,98% de los siniestros que se tramitan en España, de acuerdo con un estudio presentado por AXA España. La aseguradora detectó el año pasado 23.000 casos. 

En algunos casos, el intento de engaño es más que evidente. Así ocurrió con una reclamación por daños en un vehículo producidos a causa de un incendio. El titular de la póliza argumentaba que el evento se había ocasionado de un modo fortuito, sin explicación aparente. Pero al tramitador del siniestro algunas piezas no le encajaban y empezó a investigar. 

El tipo de vehículo y el lugar donde se había producido el siniestro —en las inmediaciones de un circuito automovilístico— fueron el hilo del que empezar a tirar. Y la clave para la resolución del caso fueron las redes sociales y los omnipresentes móviles que graban cualquier cosa fuera de lo común. 

Los especialistas de AXA detectaron varios vídeos en Instagram donde se podía ver cómo el coche en cuestión había sido tuneado. Y no solo con una llamativa pintura iridiscente, "sino también con la modificación de la electrónica del motor y en las salidas de gases", según explica Arturo López-Linares, director de siniestros de AXA España. 

En las imágenes se puede observar cómo el propietario del vehículo está disfrutando de cómo los tubos de escape de su coche sueltan fuego, hasta que algo sale mal y la parte trasera acaba ardiendo. Luego tienen que intervenir los bomberos. En unos rótulos sobrepuestos en el vídeo se lee: "Final Feliz!". Aunque el final no lo fue tanto. 

"Pudimos comprobar que no solo es que el vehículo estaba rectificado para que saliera fuego por el tubo de escape, sino que había participado en una prueba deportiva, lo que hace que cualquier siniestro vinculado no lo cubra la póliza", explica López-Linares.