Buenos días, la noticia que seleccionamos esta semana pone de manifiesto que ciertas prácticas delictivas siguen en auge, como es el robo de vehículos cuyo fin es la falsificación de matrícula y número bastidor (VIN) para su posterior venta en el mercado de vehículo de ocasión (VO) o para el despiece y venta de recambios en el mercado negro.
Este tipo de delito, tiene relación con el fraude al seguro,
ya que los casos de venta del vehículo, conllevará un seguro de un vehículo
robado y en el caso de los vehículos despiezados, la adquisición en muchos
casos de recambios recuperados destinados a reparaciones cubiertas por el
seguro, en muchos casos el mismo que ha indemnizado el robo del vehículo del
que proceden.
Como hacemos siempre, insistimos en recomendar se realice
una exhaustiva identificación del vehículo en el aseguramiento y durante la
peritación de daños si fuera el caso, comparando el VIN que presenta el
vehículo, con la documentación y con el dato del VIN que ofrecen las
herramientas de valoración al introducir la matrícula.
Así como establecer un sistema que permita una mejora en la
trazabilidad del recambio destinado a una segunda vida.
Un saludo
Josu Martínez
Desmantelan en Campillos un taller que maquillaba coches de lujo robados para venderlos en Europa
La Guardia Civil detiene hasta el momento a nueve personas en una operación que salpica a seis provincias españolas y once países del viejo continente. La mayoría de los robos se producían en la Costa del Sol
Desmantelan en Campillos un taller que maquillaba coches de lujo robados para venderlos en Europa
El instituto armado les atribuye al menos 19 robos de
vehículos, 14 de los cuales han podido ser recuperados. El resto habrían sido
despiezados, tanto para su venta por piezas en el mercado negro como para ser
usadas de repuesto de algunos de los vehículos manipulados. A los implicados,
de nacionalidades rumana, española, marroquí y sueca, se les atribuye los
delitos de pertenencia a organización criminal, robo con fuerza de vehículos,
robo con fuerza en las cosas, falsedad documental, daños, blanqueo de capitales
y receptación.
La operación se inició en febrero de 2021 tras las sospechas la Guardia Civil de la actividad que se realizaba en una nave del polígono industrial de Campillos. Las primeras diligencias de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Guardia Civil de Málaga y el Grupo ROCA de la Compañía de la Guardia Civil de Antequera permitieron saber que en nave había varios vehículos que estaban siendo manipulados, por lo que se efectuó un registro que permitió incautar siete vehículos de alta gama que habían sido sustraídos a los que habían manipulado los números de bastidor para dotarlos de una nueva identidad.
Moldes de chasis intervenidos por la Guardia Civil |
"Los vehículos eran robados en diversas partes de España, principalmente en la Costa del Sol, y eran trasladados hasta la nave de Campillos para darles nuevos números de bastidor, tanto en el chasis con moldes fabricados con ellos mismos, como con pegatinas que tenían grabadas con esos números de bastidor", ha explicado el instituto armado. También tenían pegatinas falsificadas con distintos datos de fabricación idénticas a las originales y distribuidas en distintas partes del vehículo. El número de bastidor era modificado también en el ordenador de a bordo del vehículo a través de softwares pirateados, con el propósito de burlar las diagnosis a las que pudieran ser sometidos durante el traslado al país de destino, en talleres mecánicos y en las estaciones de ITV del país donde pretendían obtener la matriculación.
Venta de segunda mano
Una vez modificados todos los datos, los trasladaban a
Austria o Bélgica para obtener una matriculación temporal con una identidad
nueva y eran puestos a la venta en el mercado de vehículos de segunda mano,
utilizando para ellos páginas web especializadas.
La organización, dirigida desde España por una pareja
asentada en Málaga, estaba perfectamente jerarquizada, interrelacionada y con
una especializada distribución de tareas entre sus integrantes de distintas
nacionalidades (11 rumana, 4 español, 3 marroquí y 1 sueca), los cuales estaban
asentados en diversos puntos de España, Austria y Bélgica.
Debido a la trascendencia de la organización, la operación
se puso en conocimiento de EUROPOL y se requirió información a 11 países
europeos (Austria, Alemania, Italia, Ucrania, Rumanía, Bulgaria, Francia,
Bélgica, Hungría, Polonia y República Checa) obteniéndose numerosos indicios y
pruebas para las imputaciones de los distintos delitos cometidos.