Un saludo.
Josu Martínez
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Acaba
la feria de Jaén y se suceden en la Comisaría las denuncias: decenas de personas
acuden en pocos días a decir que les han robado la cartera. No que la han
perdido. Se la han robado a punta de navaja. A todos. Sin embargo, cuando el
agente les pide detalles a los que una víctima de un atraco debe responder sin
titubeos, se aturullan o incurren en contradicciones. Otra denuncia falsa. Una
más de entre una auténtica avalancha de picaresca desatada en los últimos meses.
La crisis. A tanto ha llegado la cosa que la Policía Nacional ,
según confirma el comisario Daniel Salgado, tiene constancia de que hay agentes
de seguros que aconsejan a los pícaros sobre cómo deben de actuar para cobrar.
'Di que te le han robado', en el caso de las carteras que se extravían. Salgado
asegura que van a comenzar a actuar contra las compañías de seguros,
investigando si están fomentando las denuncias
falsas.
«Se
está detectando en un montón de casos y vamos a comenzar a actuar
judicialmente», ha dicho Salgado. «Es algo que se ha generalizado: les dicen a
sus clientes que denuncien unos hechos que no son reales para que puedan cobrar
del seguro». Claro, el dinero de la indemnización no lo pone el agente, sino la
compañía para la que trabaja. No es que hasta ahora ésto no pasase. Sólo que
«con la crisis lo que ocurre es que se ha acrecentado, está sucediendo
muchísimo», dice el responsable de la Policía Nacional
en Jaén.
En
una ciudad tan tranquila como Jaén, el incremento en los índices de delincuencia
que provocan las denuncias falsas es importante. Además en modalidades
delictivas que provocan alarma social, como son los robos con violencia e
intimidación (que son los que se incluyen en algunos seguros de hogar) o daños
en coches o en accidentes, las modalidades más habituales de las denuncias
falsas. «Muchas de las denuncias que luego se demuestran que son inventadas se
realizan a instancias de las compañías de seguros. Desde ya tienen que saber que
se puede proceder contra ellas, y que lo vamos a hacer porque están instando a
que se cometa un delito», insiste Salgado.
En la
puerta de la oficina de denuncias de la Comisaría han puesto carteles en los que se
advierte que denunciar en falso está castigado por la ley. En casos graves,
hasta con dos años de cárcel.
Aunque si se pregunta en oficinas de seguros, ellos se consideran las
auténticas víctimas de la avalancha de picaresca. «Si el seguro cubre hasta
seiscientos euros en caso de robo, curiosamente, la denuncia que haga el
asegurado ante la policía indica que en ese momento llevaba justo seiscientos
euros en efectivo». La frase es de Manuel Rodríguez, director de una correduría
de seguros que trabaja con más de catorce firmas nacionales. En sus veinte años
de profesión, Rodríguez ha notado una «especialización» en los fraudes para
cobrar el seguro.
Una
práctica que se ha ido extendiendo en los últimos meses como una mancha de
aceite para sacar lo máximo de las compañías. Las lesiones en caso de accidente
y los robos inventados son los más utilizados en esta especialidad fraudulenta.
Pero hay quien inventa incluso atracos y lesiones, para cobrar su póliza, aunque
se arriesgan a ser detenidos por denuncia falsa. Rara es la semana que no hay
algún detenido por simulación de delito. En la semana pasada hubo un caso en
jurisdicción de Policía Nacional (un empresario que simuló un robo en su empresa
de Los Olivares) y otra en la de Guardia Civil (un camionero que intentó engañar
con el robo de 300 borregos bajo amenazas)
Tirones
El
tirón del bolso es todo un clásico, como explica Rodríguez. «Denuncian el robo y
todo el mundo lleva dentro unas gafas de sol de marca, de las que valen un
dineral, y un móvil de última generación. Parece que nadie le compra a los
negritos en la calle ni en las tiendas de los chinos», dice el experto en
seguros. Lógicamente, el detalle de los objetos sustraídos se hace con arreglo a
obtener la mayor cantidad posible al hacer la
denuncia.
Pero
el tirón no es el único método. Atracos, estafas electrónicas inexistentes,
duplicados de tarjeta que no se produjeron, incendios intencionados para poder
cobrar la póliza o lesiones simuladas tras un accidente de tráfico son algunas
de las modalidades que registran las aseguradoras. Y conscientes de estos
intentos de fraude, las compañías investigan cada año un buen número de casos en
los que sospechan que ha habido engaño. En el pasado 2008, la investigación que
llevaron a cabo las propias compañías supuso revisar al detalle 76.569 casos, un
5,7% más que el año anterior. Y los ámbitos en los que se registraron más
fraudes fueron en el de las pólizas de automóvil y en el de hogar -en el que
algunos seguros incluyen por ejemplo, el del robo del
bolso-.
Lesiones
exageradas
El
abogado Luis Felipe Martínez Sillero, letrado con dilatada experiencia y que
representa a una compañía de seguros, asegura que los engaños, especialmente con
el tema de tráfico, se han dado siempre y que es difícil reunir pruebas para
llevar a los que lo intentan a juicio. Pero aún así se ha logrado en ocasiones,
con condenas.
Mónica Molero, que trabaja para una correduría de seguros, apunta también
a la exageración de las lesiones como uno de los intentos más habituales de
fraude. «Cuando les ofreces una indemnización enseguida te salen con que a un
conocido suyo le ofrecieron más y siempre intentan sacar el máximo de dinero»,
apunta la mujer, que lleva ocho años trabajando en el sector. Y lo que ha
detectado es también un aumento en los robos en los coches, «aunque no somos
nosotros sino la
Policía , quien se encarga de investigar si es cierto o
no».
Montajes
Otra
de las argucias habituales es que se busquen a otra persona para «montar» un
accidente que nunca existió. «Y últimamente están llegando casos de coches
completamente incendiados; saben que según el tipo de póliza, antes de los dos
años van a recibir el importe íntegro del vehículo y así cancelan una deuda que
por lo que sea no pueden pagar», apunta Rodríguez, corredor de
seguros.
En
este tipo de casos, los asegurados deben pasar por dependencias policiales para
presentar la pertinente denuncia. Esto implica que, además de la investigación
de la compañía aseguradora, también hará lo propio el cuerpo policial en caso de
detectar incoherencias en la denuncia.
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