Un saludo.
Josu Martínez
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Tras el negocio del fraude para cobrar el seguro del coche
ESTAFA A LAS ASEGURADORAS UN PROBLEMA CRECIENTE
Peritos y empresas afirman que los 58 casos de Plasencia no son aislados. En el año 2011 se
descubrieron 2.000 partes falsos, pero solo el 10% aflora
A. FERNANDEZ 18/06/2012
El presunto fraude cometido por las 58 personas que en Plasencia han simulado accidentes de tráfico para cobrar la indemnización de sus aseguradoras es tan solo la punta del iceberg de una práctica cada vez más extendida en Extremadura. Eso es lo que aseguran los peritos y las compañías de seguros que operan en la región. Están detectando un crecimiento del número de casos en los últimos años, especialmente a causa de la crisis económica.
Hasta tal punto que incluso han comenzado a surgir auténticas tramas dedicadas a este tipo de estafa.
Las averiguaciones realizada por la Policía Local de Plasencia apuntan en esta dirección. Las 58 personas que ya investiga el juzgado número 4 de la ciudad son vecinos de La Data; algunos incluso familiares. Además, en la mayoría de los casos la secuencia de hechos era similar: un accidente sin testigos, por colisión de un vehículo con otro que circulaba delante, siempre en las mismas zonas y dentro de la franja horaria de las 20.45 a las 23.00 horas, y con lesiones cervicales en todos los partes de personas heridas. Con indemnizaciones de hasta 3.000 euros por cabeza, la policía placentina estima que el fraude puede elevarse hasta los 300.000 euros incluyendo las reparaciones.
"Sí, es una práctica al alza", constata José Luis Fernández, presidente de la Asociación de Peritos y Comisarios de Averías de Extremadura. Actualmente él investiga un parte, posiblemente fraudulento, presentado por el propietario de un vehículo que estaba aparcado y que sufrió daños al ser embestido por otro automóvil. El coche estacionado fue desplazado un par de metros, superó el escalón del acerado y supuestamente colisionó contra una fachada. "Una de las circunstancias sospechosas, en este caso, es que el coche que provocó la colisión no presenta daños pese a la fuerza y la violencia necesarias para desplazar al otro vehículo", explica.
Su colectivo no maneja datos específicos sobre cómo ha evolucionado en los últimos años este tipo de estafas. Pero, por lo que aprecia día a día en su trabajo y lo que le cuentan sus compañeros de profesión, insiste en que hay un aumento. "Con la crisis, hay más necesidad y la ingeniosidad y la picaresca se agudizan", recalca.
UNO DE CADA 10 Enrique Cenalmor, intendente de la Policía Local de Plasencia, sostiene que el fraude para el cobro del seguro de coches está muy extendido. Más allá de los resultados que ha arrojado la investigación de sus agentes, advierte que la situación se repite en otros puntos de la región, sobre todo en Cáceres, Mérida y Badajoz. Los concejales de Tráfico y los jefes de policía de estas ciudades niegan tener evidencias de una práctica generalizada de estos engaños. Pero Cenalmor insiste en que es así porque se lo han comunicado desde las propias aseguradoras. Según la patronal que agrupa a las compañías de seguros que operan en España, Unespa, el año pasado se destaparon 1.995 partes fraudulentos en Extremadura. En todo el país fueron más de 95.000.
Los datos que manejan las empresas constatan una clara evolución al alza. En el 2008, por ejemplo, apenas se registraron un millar de fraudes en seguros del automóvil en la región. También es cierto que las compañías cada vez destinan más recursos a evitar que las engañen, pero las fuentes consultadas coinciden en que se trata de una práctica creciente. "Y se estima que solo se detectan entre el 7 o el 10% de los casos reales", avisa José Luis Fernández.
El papel de los peritos es clave. Según Fernández, en los partes fraudulentos de automóvil, "lo que básicamente se notifica son daños en el vehículo y lesiones no graves en los ocupantes; simular lesiones sirve para dar credibilidad al suceso. Normalmente son supuestas colisiones por alcance de un vehículo que circulaba detrás y casi siempre los presuntos heridos se quejan de lesión cervical, el conocido como latigazo cervical". El trabajo de los peritos se centra en tratar de constatar que todas las circunstancias y pruebas físicas del accidente casan. El resultado de sus estudios se completa con las conclusiones de un perito médico. Pero estos profesionales echan en falta mayor implicación de otros agentes, como los policías. Creen que deberían realizar más pesquisas a la hora de levantar sus atestados. De hecho, apuntan a esta circunstancia para explicar por qué los responsables de tráfico de Cáceres, Mérida y Badajoz no tienen evidencias de fraude a gran escala.
Además, echan en falta más medios de investigación y subrayan la dificultad de los casos. Pero además, creen que las aseguradoras tampoco muestran una actitud disuasoria. "La mayoría de las veces las compañías no llevan los casos a los juzgados pese a contar con el informe pericial.
Simplemente rechazan el expediente de indemnización, reclaman los gastos y rescinden el seguro. Esto es casi como invitar a intentar el fraude, porque no hay consecuencias importantes", subraya Fernández.
Según los datos que maneja Unespa, los 95.000 casos del año pasado evitaron el cobro fraudulento de 233 millones.
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