miércoles, 12 de septiembre de 2018

Semana 36


Buenos días, espero hayas tenido unas estupendas vacaciones, hay que decir al estilo Sanferminero; “ya queda menos para las próximas vacaciones”. Volvemos a la carga este nuevo curso con nuevas noticias, análisis, tendencias, etc. Esta semana tenemos una noticia de las muy dolorosas, al tratarse de un fraude interno. Ya hay petición de penas por parte de la fiscalía para la presunta trama de Zaragoza, encabezada por 2 peritos de seguros que fueron detenidos en 2013 dentro de la operación Diluvio. Incendios, granizadas, vendavales e incluso accidentes de tráfico, al parecer fingidos, eran la tipología de siniestros ideada por esta trama. El fraude interno es el más doloroso para las aseguradoras al estar cometido por personas de su entorno, que aprovechándose de la confianza de las aseguradoras y del conocimiento del funcionamiento de estas, consiguen realizar estafas de forma reiterada. Pero en este caso al estar presuntamente involucrados 2 peritos de seguros, no solo resulta doloroso para el sector asegurador, también lo es para el colectivo de la pericia aseguradora en general y especialmente para los que amamos esta profesión.



Un saludo.
Josu Martínez
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60 acusados de una operación contra la falsificación de siniestros

La Audiencia de Zaragoza ha puesto por fin fecha al macrojuicio de la bautizada como Operación Diluvio, una investigación del Grupo de Delitos Económicos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que en mayo de 2013 sacó a la luz el entramado ideado por dos peritos zaragozanos para estafar casi dos millones de euros a las compañías de seguros para las que trabajaban. La Fiscalía solicita sendas penas de 11 años de cárcel y multas por un total de 700.000 euros.

La acusación pública considera que para llevar a cabo los engaños se valieron de un buen número de familiares y amigos. Sesenta personas en total para las que el ministerio público pide ahora penas que suman 288 años de prisión, informa Heraldo de Aragón.

El fiscal desmenuza todos y cada uno de los siniestros que los acusados presuntamente falsearon entre los años 2005 y 2012. Aunque la casuística es variada, las filtraciones de agua fueron el principal motivo de reclamación. Según se desprende del escrito de la Fiscalía, la acumulación de faena llevó al cerebro de la macroestafa a descuidarse y usar las mismas fotos para siniestros distintos.

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