viernes, 28 de septiembre de 2012

Semana 38


Buenos días, la semana pasada comentábamos una noticia que informaba de la desarticulación de una banda que estafaba a las Aseguradoras simulando falsos robos de vehículos. Esta semana comentamos otra noticia correspondiente a una tipología de fraude similar, también se trata de una banda organizada, pero en esta ocasión no solo estafan a la Aseguradora al reclamar el importe de un vehículo de gama alta supuestamente robado, sino que además comercializan piezas de estos vehículos en el mercado negro. Esto también lleva a una reflexión sobre el origen de ciertas piezas de automoción que circulan por diferentes mercados. Cuando una aseguradora tiene que abonar el coste de una reparación de un vehículo es siempre importante controlar el tipo de material que se ha utilizado por parte del taller para efectuar la reparación, ya que este ha podido ser obtenido por diferentes canales de venta: recambio original, recambio alternativo, recambio verde, piezas piratas, piezas de desguace, en todos los casos la calidad de la pieza es distinta y por tanto también tiene distinto coste, es facultad del taller seleccionar el tipo de pieza que considere más adecuada para cada tipo de vehículo y de reparación, pero también es derecho de la Aseguradora o del propietario del vehículo conocer el origen de la pieza y en base a ello el coste correspondiente. No cabe duda que para ello la labor del perito en el taller es fundamental, siendo una de las misiones del perito durante la pericia para poder realizar una adecuada propuesta de indemnización y para descubrir un intento de fraude si fuera el caso.
 
Un saludo.
Josu Martínez

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La Policía Nacional ha detenido a 12 personas acusadas de estafar 570.000 euros a compañías aseguradoras denunciando falsos robos de coches de alta gama. La operación se ha llevado a cabo en Madrid y en la localidad toledana de El Casar de Escalona.

Los arrestados adquirían vehículos y contrataban pólizas a terceros con cobertura amplia de robo. Pasado un tiempo, denunciaban el robo del automóvil y se lo comunicaban a la aseguradora. Una vez cobrada la indemnización, incendiaban y desguazaban los coches en la localidad de El Casar de Escalona para vender también las piezas de forma ilícita. La investigación arrancó en julio de 2009 a raíz de la denuncia de una compañía aseguradora al detectar un posible fraude. En el solar empleado como desguace se han hallado carrocerías y ejes de varios de los coches denunciados como robados.

Puedes acceder a la noticia en:
http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=cHIHDv5whwI

viernes, 21 de septiembre de 2012

Semana 37


Buenos días, esta semana hemos seleccionado una noticia que hace referencia a la desarticulación de una banda organizada dedicada a estafar a Aseguradoras. Este tipo de actuación pertenece al tipo de fraude realizado por profesionales, como ya explicábamos la semana pasada, es un tipo de fraude muy difícil de detectar, investigar y resolver, siendo imprescindible la actuación de departamentos de policía. Aunque este tipo de fraude ha existido siempre, en los últimos años se ha detectado un notable incremento, provocado muy probablemente por la introducción en España de bandas de delincuentes de otros países y por la proliferación de vehículos de gama alta en el mercado automovilístico. Una medida preventiva para evitar este tipo de estafa sería el cruce de información por parte de las Aseguradoras de los números de bastidor de los vehículos supuestamente desaparecidos y de los siniestrados con el fichero de Perdidas Totales de UNESPA ya que en este caso, los números de bastidor falsificados y colocados en los vehículos nuevos, se supone que pertenecerían en la mayoría de los casos a vehículos que eran siniestros totales. El principal problema es que en el fichero de Perdidas Totales solo están incluidos los casos notificados por las Aseguradoras y por tanto se tratan de perdidas totales que han sido indemnizadas por haber tenido este tipo de cobertura en su póliza de seguros. En caso de no tener cobertura que cubra la perdida total, ese vehículo no estará incluido en el fichero, siendo la única manera de contrastar la información en este caso acudiendo a la Jefatura de Tráfico donde una vez se les facilite la matrícula del vehículo, facilitarán la situación actual del vehículo (alta o baja).
No cabe duda que en la fase de detección de este tipo de fraude tiene una importancia vital la actuación del perito, ya que uno de los principios fundamentales en la actividad pericial es la correcta identificación del riesgo y para ello es imprescindible verificar el número de bastidor (VIN) del automóvil que va ha ser peritado o verificado para su posterior aseguramiento, el número de bastidor es el auténtico DNI del vehículo, así como la matrícula puede ir variando a lo largo de la "vida" del vehículo, el número de bastidor no variará en el vehículo desde su fabricación hasta su desguace, no pudiendo ser utilizado nunca más en ningún otro vehículo. Los vehículos tienen la obligación de llevar el número de bastidor troquelado en un lugar de la carrocería y aunque todos los fabricantes facilitan su lectura mediante adhesivos colocados en lugares de visibles del vehículo, es muy importante que la verificación del número de bastidor, el perito la realice en el lugar donde se haya troquelado, ya que las etiquetas son fácilmente falsificables y muy difíciles de detectar, mientras que el número troquelado es más difícil de falsificar. Hay falsificaciones basadas en la modificación de un solo número normalmente realizando una operación que sea sencilla de realizar como modificar un 0 convirtiéndolo en un 8. Otro método utilizado es el limando el número para troquelar posteriormente el nuevo número. Este tipo de falsificación suele ser más fácil de detectar para un experto, acostumbrado a leer números de bastidor todos los días (técnicos de ITV, peritos de autos, talleres, etc.), existen otros tipos de falsificación realizados por delincuentes más profesionales, en los que cortan la chapa sobre la que está troquelado el número de bastidor de los dos vehículos, para después realizar el cambio soldando el número de bastidor de uno de los vehículos en el otro vehículo, siendo posteriormente repintada, este tipo de falsificaciones son más difíciles de detectar. Nos encontraríamos en este caso ante una aportación más del perito en la lucha contra el fraude.
 
Un saludo.
Josu Martínez
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La Guardia Civil detiene a 13 personas por supuestos delitos de fraude a aseguradoras

La Guardia Civil ha detenido a 13 personas en Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba), como supuestos autores de diversos delitos de fraude a aseguradoras, falsificación de documentos y simulación de delitos. Desde el inicio de la investigación, que se ha desarrollado durante ocho meses, la Guardia Civil ha analizado cientos de expedientes sobre siniestros de tráfico y sustracciones de vehículos que eran tramitados y reclamados a distintas compañías de seguros por los miembros de la organización delictiva.

Según explica El Día de Córdoba, el ‘modus operandi’ que supuestamente llevaba a cabo la banda consistía en comprar vehículos nuevos o de segunda mano en muy buen estado al tiempo que adquirían otros de similares marcas, modelos y fechas de matriculación, pero muy baratos por encontrarse en muy mal estado al provenir de accidentes o con deficiencias técnicas. Una vez que contaban con ambos vehículos, el nuevo lo aseguraban, con una póliza que cubriera la sustracción del vehículo y los daños por accidente, procediendo a la sustitución de los números de bastidor de ambos coches, de modo que el vehículo en mal estado quedaba identificado con el número de bastidor del vehículo nuevo y viceversa.

Realizado el cambio, el grupo delictivo disponía de dos posibles alternativas para realizar el fraude, unas veces denunciaban la sustracción del vehículo nuevo y otras informaban a la compañía aseguradora de un accidente de circulación simulado.

Para evitar sospechas de las aseguradoras, usaban a terceras personas de su confianza para que figurasen como titulares de los vehículos que iban a ser duplicados y tomadores de las pólizas, quienes tras el cobro de las indemnizaciones, entregaban el dinero a los integrantes del grupo, quedándose ellos con una cantidad convenida con anterioridad.  

viernes, 14 de septiembre de 2012

Semana 36


Buenos días, que el fraude detectado a las Aseguradoras se ha disparado en los últimos años superando el 100% de incremento es un dato que todo el sector conoce y que el pico de incidencias se disparó cuando se inició la crisis económica en España parece que también es un dato contrastable. Hasta el inicio de la crisis lo habitual era clasificar 2 tipos de defraudadores, los profesionales y los ocasionales, pero ahora hay foros en los que añaden una nueva catalogación de defraudador, llamándole defraudador por necesidad. Desde este espacio semanal me he mostrado en desacuerdo en más de una ocasión por la creación de esta nueva clasificación, en ningún otro foro se habla de un nuevo atracador de bancos por necesidad o nuevo estafador a Hacienda por necesidad o que haya nuevos profesionales que estafen a sus clientes "por necesidad". No cabe duda que la crisis está provocando grandes dramas en muchas familias, pero entiendo que esta nueva clasificación no sería correcta, ya que se estarían mezclando los fundamentos de denominación. El profesional y el ocasional, no se definen por los motivos que les llevan a cometer las estafas y en el defraudador por necesidad únicamente se tendría en cuenta el motivo por el que se comete el delito para incluirlo en esta clasificación. Por tanto, soy partidario de mantener la clasificación original en que se define al defraudador profesional, como aquel que conoce el medio y el método, estudia el caso al detalle desde el principio hasta el final, viven de estas estafas, son muy difíciles de descubrir, se pueden necesitar para ello incluso años, siendo normalmente necesaria la intervención de departamentos de policía, por lo que es muy difícil cuantificarlos. El ocasional que normalmente es alguien que ha sufrido un daño no cubierto por las garantías de su Seguro o que carece incluso de dicho Seguro y falsea las circunstancias, creando un montaje para conseguir que una Aseguradora indemnice sus daños, es más fácil su detección e investigación. El defraudador por necesidad debería ser incluido en una de las dos clasificaciones, ya que insisto "la necesidad" sería en todo caso un motivo por el que el estafador delinque.
El dato principal es que en tiempos de crisis mayor aumento del fraude al Seguro y bajo este prisma es sobre el que habría que trabajar en la Lucha Contra el Fraude. La noticia que hoy hemos seleccionado es terrorífica y escalofriante y reproduce la crítica situación en la que viven muchas familias. Social y políticamente se debería dedicar mucho tiempo a la reflexión del hecho y al estudio para evitar que situaciones así se lleguen a producir. En el entorno profesional Asegurador cabe pensar que si existen situaciones como la relatada a continuación, que es lo que no existirá en los miles de expedientes abiertos actualmente en las Aseguradoras.
 
Un saludo.
Josu Martínez
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Mi brazo por 600.000 euros

Los intentos de fraude a las compañías de seguros crecen con la crisis y emerge un nuevo tipo de defraudador: el que lo es por pura necesidad económica

Josep María Vilamajò lleva 40 años en el oficio de investigador privado y ya hay pocas cosas que le sorprendan, pero el caso que a continuación detalla le dejó perplejo. Hace un año, una compañía de seguros le encargó el caso de un hombre que había perdido un brazo en un accidente de coche; aludía que se había cortado con la sierra mecánica que transportaba. Resolverlo no fue demasiado complicado: el corte era demasiado limpio como para habérselo hecho en un accidente; y un dedo de la mano estaba en sospechoso mal estado.
El hombre pertenecía a una familia, de Valencia, en la que todos estaban en paro. Habían suscrito más de ocho pólizas de seguro y le habían convencido entre todos para que se amputara un brazo para cobrar en torno a 600.000 euros.
El hombre bajó al bar a tomarse un carajillo, se aplicó una anestesia local y se cortó el brazo a la altura del codo. Olvidó retirar el anillo de boda antes de amputarse la extremidad. Intentó recuperarlo a posteriori, lastimando el dedo.
El caso es de una crudeza brutal y resulta, a todas luces, extremo. Pero pertenece a esa nueva categoría de fraude que ha emergido con la crisis: el que se lleva a cabo por necesidad económica. “Con la crisis se ha producido un aumento del fraude de entre el 25% y el 30%”, asegura Javier Fernández, portavoz de la Asociación Empresarial del Seguro Unespa.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Semana 35

Buenos días, después del parón de Agosto, retomamos de nuevo este trabajo de divulgación semanal, en el que pretendemos compartir experiencias, conocimientos, tendencias que ayuden a concienciar sobre un problema extendido en el mercado asegurador y que a la vez sirva para colaborar con los diversos profesionales y departamentos vinculados con la Lucha Contra el Fraude en el Seguro. El método habitual que utilizamos para ello es comentar una noticia de actualidad publicada en algún medio de comunicación en la que se informa de algún caso de estafa o intento de estafa, para comentarla luego desde un prisma pericial. En esta ocasión quisiera comenzar esta semana de una forma distinta y para ello en vez de comentar una noticia, publicamos una situación vivida por un compañero y amigo durante este verano, en la que fue testigo de una conversación de un grupo que se encontraba en una terraza de un pueblo de la costa mediterránea, la cual transcribo a continuación junto con una reflexión que consideramos deberíamos todos realizarnos.
Me contaba mi colega y amigo:  
 
Corría el año de nuestro señor 2012 en la terraza de una bonita localidad de la costa mediterránea, cuando un grupo de amigos ( birra en mano) comentaban banalidades de la vida y demás temas de profunda trascendencia, cuando uno de ellos (un conocido empresario del sector textil), es decir, tiene un chiringuito de camisetas y venta de artículos de Thailandia , dice “ a propósito, ayer me robaron en el almacén y me han llevado todo el stock de ropa de verano……suerte que es fin de verano y ya he terminado la temporada, además era material antiguo y más bien era un resto de stock”.
 Entonces sale “el listillo” de turno (en todas las casas siempre hay uno….) y dice: Pues tío en verdad te va a venir de perlas, pues el Seguro te pagará la ropa a coste, cuando en verdad esa mercancía la tendrías que haber liquidado como resto de stock a un precio reventado de no más del 15%, además “el listillo” le aconseja ; deberías exagerar en la denuncia pues vendrá el Perito del seguro y te pagará la mitad…… Ese pobre diablo no sabía que yo era el Perito y claro, de repente se hace el silencio en la mesa y no tuve más remedio que sacar mis mejores modales y dotes de alta política para aportar al grupo la siguiente reflexión: En verdad el Seguro no estaba para resolver las cuentas de nadie y que etc etc, y que si además las denuncias no se exageraran al doble de lo robado, el Perito, es decir yo, no tendría que recortar a la mitad para poder encontrar el punto real.
 
Considero este testimonio como algo habitual que en general casi todo el mundo se encuentra acostumbrado a oír en algún momento. Personalmente considero que para que algo sea tan habitual e indisimulado se tienen que dar por lo menos 2 razones de peso, una es que socialmente no está mal visto estafar (lo que algunos llaman "engañar") a las Aseguradoras y la otra es que una estafa a la Aseguradora o bien es considerado por el estafador como relativamente fácil o por lo menos sin repercusiones graves para el infractor. Evidentemente no es fácil conseguir de la noche a la mañana el nivel de Reino Unido, donde casi todo el mundo tiene contratadas pólizas de seguros para los más variopintos riesgos y donde el Seguro está asumido por la sociedad como parte de sus vidas, pero que además las Aseguradoras organizadas en ABI, toman medidas para aquellos casos en los que son víctimas de fraudes (http://www.inese.es/noticias/detalle_noticia/-/asset_publisher/Cy9o/content/las-aseguradoras-britanicas-crean-un-registro-de-fraudes-al-seguro) creando un registro que permite identificar los casos conocidos de fraudes y sus autores. En España queda mucho camino por recorrer en los 2 aspectos mencionados hasta llegar al nivel de otros países más avanzados en este sentido. Es posible que iniciar campañas conjuntas entre todas las Aseguradoras por medio de Unespa destinadas a mejorar la imagen de las Aseguradoras en España permita un futuro más halagueño en ese sentido e incluso pueda ser considerado como una acción enmarcada dentro de la Prevención. Así mismo, también sería recomendable mejorar el desarrollo de sistemas, métodos y profesionales especializados (peritos, investigadores, etc.) que permitan una lucha más eficaz contra el fraude, lo cual también sería garantía de futuro éxito.
 
Prevención, detección, investigación y sanción: En la combinación y coordinación de todas las fases está la clave.
 
Un saludo.
Josu Martínez.