viernes, 29 de septiembre de 2023

Semana 39

Buenos días, esta semana atendemos una noticia relacionada con la desarticulación de una banda dedicada al robo de vehículos.
Se trata de una de las diversas bandas que actúan en España, altamente especializada. Poseen conocimientos avanzados conocimientos técnicos de electrónica de automoción, así como sofisticadas herramientas que les permiten sustraer vehículos con mínima violencia.
La única violencia la usan para la apertura de puerta del vehículo, que en ocasiones es tan sutil que apenas quedan signos de forzamiento, a partir de ahí conexión al puerto obd, para acceder a la ECU (módulo electrónico del motor) y activación del modo copia llave en la máquina con software compatible con el vehículo seleccionado, una vez realizada copia de la llave virgen que lleva el autor del robo, ya tiene pleno gobierno del vehículo.
Posteriormente inician el trabajo de blanqueo del vehículo y su documentación para dotarle de una nueva “vida”, que normalmente será en países del este o África, dependiendo del modelo del vehículo.
Pero cabe destacar que en ocasiones los vehículos una vez manipulados para su venta, no salen de España. Esto unido a los vehículos que también entran en España y que han sido robados en el extranjero, hace que sea conveniente que estemos alerta desde los diferentes cometidos que tenemos los profesionales que estamos vinculados al sector asegurador.
Esto incluye a departamentos de suscripción, donde se debe extremar los protocolos de identificación de los vehículos antes de ser asegurados.
También desde los departamentos de tramitación, ya que tras un siniestro se realizará una nueva identificación del vehículo que puede servir de momento de detección del cambio de identidad del vehículo.
Es por ello que el perito de seguros de automóviles debe ser meticuloso durante el proceso de identificación del vehículo, acción imprescindible realizar para una correcta peritación de los daños, ya que durante este proceso de identificación se pueden observar anomalías que ayuden a detectar un posible fraude.
También es interesante comprobar el VIN (número de bastidor) que corresponde a la matrícula cuando se realiza la valoración de daños. Las herramientas informáticas de valoración poseen actualmente la posibilidad de obtener el VIN a través de la matrícula del vehículo, ya que la herramienta conecta con la base de datos de la DGT, obteniendo el VIN al instante.
Comprobar que los datos ofrecidos por la herramienta de valoración coinciden con los que hemos obtenido en el vehículo debe ser otra acción recomendable para el perito de seguros.

Un saludo

Josu Martínez

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OPERACIÓN
La mafia rusa que robaba coches con un 'Tamagotchi' para venderlos y matricularlos 'legalmente' en el extranjero

La Guardia Civil ha recuperado 13 vehículos y detenido a cinco personas: tres rusos, un español y un rumano. Se han encontrado autos sustraídos en Madrid cerca de la frontera de Letonia con el óblast de Kaliningradro

Uno de los detenidos por la Guardia Civil durante las órdenes de entrada y registro. E.M. 


Fuente: El Mundo

La operación Biturbo, liderada por la Guardia Civil bajo la dirección del Juzgado de Instrucción nº 1 de Alcalá de Henares, fue culminada con éxito tras más de un año de investigaciones, vigilancias y seguimientos por parte de los agentes de la UCO. Pesquisas gracias a las que se ha desmantelado una organización criminal altamente especializada en la sustracción, falsificación y reventa de vehículos.
La mafia, liderada por tres ciudadanos rusos, y de la que también formaba parte un español y un rumano, se dedicaba al robo de coches en territorio nacional con el objetivo de modificarlos y matricularlos en el extranjero para su posterior reventa. Lo más destacado de la banda internacional era su alto nivel de profesionalidad y su pericia en el uso de las nuevas tecnologías, cuyo empleo les permitía sustraer los vehículos de forma discreta y sin emplear la violencia durante sus golpes.
Según explican a GRAN MADRID fuentes cercanas a la investigación, se trata de maquinaria electrónica destinada a la captación, recepción y replicado de señales con las que esta banda de delincuentes podía replicar el funcionamiento de las llaves de apertura y cierre de autos.
Una serie de aparatos que pueden comprarse sin grandes problemas a través de internet. Algunos de ellos, con precios que oscilan entre los 500 y 600 euros, cuentan con un tamaño y un aspecto similares a los de un Tamagotchi. Además, permiten copiar, replicar o simular la frecuencia con las que se abre la puerta de los coches de numerosas marcas y modelos de vehículos gracias a su hardware y software, que pueden mejorarse con componentes externos para aumentar su potencia y versatilidad.
Con este tipo de herramientas electrónicas semiartesanales «equipadas con software malicioso, los delincuentes eran capaces de burlar las medidas de seguridad de los vehículos, permitiéndoles abrirlos y arrancarlos en pocos minutos, y sin necesidad alguna de forzar cerraduras o hacer saltar las alarmas», aseguran desde la Benemérita.
Después de sustraer los turismos, los miembros de la organización llevaban a cabo un complejo proceso de falsificación de identidad del coche para conseguir su reventa sin levantar sospechas.
En primer lugar, los autos eran equipados con placas de matrícula de vehículos legales de la misma marca, modelo y color. Esto se llevaba a cabo en un taller de Alcalá de Henares, que funcionaba como centro de operaciones de esta organización internacional. Unas instalaciones en las que los miembros de la banda operaban con una avanzada maquinaria de procesado de matrículas.

 


Una vez que las placas de los coches fueron sustituidas por duplicados, que se correspondían a otros vehículos similares que circulaban legalmente, las autoridades se enfrentaron a importantes escollos para su localización. Sin embargo, se trataba tan solo de un primer paso en la particular cadena de montaje de los delincuentes.
A continuación, la banda alteraba concienzudamente los registros físicos del vehículo -el número de bastidor, los adhesivos identificativos del fabricante y también los registros electrónicos- grabando nuevos números en la Unidad de Control Electrónico. Además, generaban nuevas llaves de arranque, codificadas electrónicamente con los datos del coche, para enmascarar aún más el origen ilícito de los mismos.
La organización disponía también de naves industriales en Alicante y Murcia, utilizadas como depósito y taller para los vehículos robados. Allí se ultimaban las modificaciones para cambiar la identidad de los coches antes de ser transportados a diferentes puntos de España y Europa, donde eran rematriculados. El sistema les permitía mantener los vehículos ocultos, evitando su detección y la recuperación por parte de los propietarios o las fuerzas de seguridad.

 


Este grupo criminal no solo se caracterizaba por su habilidad para robar y falsificar vehículos, sino también por su destreza para evitar las vigilancias policiales. Para ello, empleaban equipos electrónicos como cámaras de grabación discreta y detectores e inhibidores de dispositivos GPS. De este modo, conseguían perturbar las vigilancias policiales, dificultando sobremanera su seguimiento y detección por parte de los agentes de la UCO.
Además, la red criminal contaba con una logística propia para el transporte de los vehículos robados. Utilizaban camiones góndola que llevaban los coches hacia el este de Europa. Este sofisticado modus operandi permitía a la organización mover los coches robados a través de distintos países con una mínima posibilidad de detección.
En este sentido, algunos de los vehículos sustraídos en Madrid han sido localizados en Uzbaliai (Lituania), a escasos 14 kilómetros del óblast ruso de Kaliningrado. De hecho, entre las pruebas documentales encontradas por los agentes pueden observarse certificados de matriculación escritos en ruso, con los que dotaban a estos coches de una procedencia aparentemente legal.
En el transcurso de la operación, se han recuperado 13 vehículos e incautado 100 llaves originales pendientes de activación, además de una máquina de troquelado de matrículas y herramientas electrónicas.